Tsipras se enfrenta a la furia de Syriza en Grecia

<P>El primer ministro griego se ha mostrado hábil con los acreedores, pero al interior de su partido no todos están de acuerdo con la concesiones que anunció el domingo.</P>




En los próximos días, Alexis Tsipras necesitará tener mucha cintura política. Hasta ahora, el primer ministro griego demostró tener habilidad para dilatar las conversaciones con los acreedores. Pero ahora el jefe de gobierno de izquierda deberá llegar a un acuerdo con sus socios de la eurozona, que contempla duras medidas de ahorro.

Estos recortes le costarán casi 8.000 millones de euros a los griegos. Tsipras está prácticamente ante una misión imposible: deberá convencer al ala de izquierda de su partido Syriza de que apruebe el nuevo programa de ahorro y rompa así con su promesa electoral de que no habría una nueva ronda de recortes.

Uno de los principales funcionarios de su partido, el vicepresidente del Parlamento, Alexis Mitropoulus, dijo en televisión: "Estas son medidas antisociales, no las aprobaré". El legislador de izquierda Giannis Michelogiannakis, de Creta, se mostró indignado: "Son medidas criminales. Nadie las va a aprobar".

Los medios griegos especulaban con que unos 30 de los 149 legisladores de Syriza se opondrán a los recortes. El socio menor de coalición, el partido populista de derecha Griegos Independientes (Anel), también podría ser problemático.

El líder de Anel, Panos Kammenos, consideró que subir los impuestos en las islas del Egeo sería traspasar "una línea roja". Según dijo, si se eliminan las exenciones fiscales, su partido, que cuenta con 13 bancas en el Parlamento, no aprobará las medidas de ahorro.

La votación sobre el programa de ahorro podría sumar tensión a la situación en Grecia. Los pequeños partidos opositores, el proeuropeo To Potami (17 legisladores) y los socialistas (13), dieron a entender que aprobarían los recortes. El conservador Nea Dimokratia (76) también se expresó en ese sentido.

Estas agrupaciones dijeron estar convencidas de que no tienen otra salida para que el país permanezca en la eurozona y para evitar una catástrofe.

Por un lado, el programa de ahorro podría ser aprobado sin problemas en el Parlamento griego, pero a la vez la coalición de gobierno podría perder su mayoría. El gobierno de coalición de Tsipras cuenta con 162 legisladores en el Parlamento de 300 bancas. Alcanza con que haya 12 disidentes para que caiga el gobierno. En ese caso se podría armar una nueva alianza con otros partidos, o si no convocar a elecciones anticipadas.

Además está la amenaza del "Graccident", una salida desordenada de la zona euro. Grecia podría contar con un programa de ahorro, pero no tener el tiempo suficiente para implementarlo y en cambio tener que ocuparse de organizar elecciones anticipadas.

La gente espera ansiosamente ver qué ocurrirá en los próximos días. Ayer los bancos abrieron normalmente. "Nuevamente tuvimos suerte, pero esto no puede seguir así", aseguró una empleada bancaria en el vecindario ateniense de Kolonacki. Los bancos se "desangran" y dependen de la ayuda del Banco Central Europeo (BCE). El lunes, los griegos retiraron casi 900 millones de euros de sus cuentas. Los analistas creen que Tsipras deberá desplegar ahora todas sus habilidades.

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