Un café que se reinventa

Rita Roux es el nombre del café y academia de danza que se ubica a la altura del 4375 en calle Francisco de Riveros, en Vitacura. "Es un lugar que acoge, un jardín secreto", cuenta la diseñadora y dueña, Verónica Méndez, mientras muestra una pared con fotografías en blanco y negro.

La idea del proyecto fue apostar por un lugar que reuniera sus tres pasiones: la danza, la cocina y la jardinería. A la tienda de ropa en el segundo piso se sumaron una peluquería y un atelier de joyas.

La decoración de esta casa de dos pisos evoca lo femenino. Desde las rosas en la entrada y las peonías en maceteros que están a la venta hasta la tela vintage de una de las murallas y la acogedora terraza del patio. Sin embargo, es la puerta de madera roja en la entrada la que le da el sello diferente desde la calle. "Estuve buscando mucho tiempo un lugar donde instalarme y, al ver la puerta roja, supe que había llegado a la casa perfecta", señala Méndez sobre la edificación de 1953, proyectada por el arquitecto Julio Machicao.

"Creamos este espacio para los vecinos, para que pudieran encontrar en un solo lugar clases, café, pan fresco, dónde cortarse el pelo. Todo, sin recorrer grandes distancias, sino que aprovechando las caminatas y la bicicleta", explica la dueña.

Quienes llegan a Rita Roux se encuentran, primero, con el sector del comedor, que queda junto a la cocina y donde se venden manzanas orgánicas y otras delicatessen. "Tenemos pan integral con semillas y pan blanco que hace una alemana en la Comunidad Ecológica de Peñalolén", apunta Méndez.

En el salón principal, rodeado de ventanales, se encuentra un living decorado con muebles comprados en los persas de Franklin y el Parque de los Reyes, y una chimenea que otorga un aire acogedor. Ya en el patio, rodeado de añosos laureles y pinos, están la terraza y un sector de mesas y sillas repartidas en el pasto. "Se puede reservar para hacer cumpleaños y nosotros nos encargamos de todo", agrega Méndez.

A un costado se ubica la sala de la academia. Ahí se practica ballet, flamenco, yoga, danza teatro y danza contemporánea. "La sala pasa prácticamente ocupada de lunes a viernes", señala Loreto Rivera, quien imparte ballet clásico infantil y es la encargada de coordinar los cursos.

Subiendo la escalera está el área de servicios. La tienda M3, de las hermanas Claudia y Pilar Martínez, está dedicada al vestuario femenino, especialmente vestidos para graduación y fiestas. Y los recién inaugurados atelier de Vero Piraino, conocida en el mercado por crear joyas que reinterpretan las raíces chilenas, y el salón de peluquería de Magdalena Alemparte y María José Morales.

"Es un lugar para venir con las amigas y pasar toda una mañana o una tarde", remata Verónica Méndez.