Un fraude por más de US$ 150 millones ensucia a la FIFA

<P>Una fiscalía neoyorkina presentó cargos contra 14 dirigentes y ejecutivos ("que son sólo el inicio") por una red de sobornos.</P>




Barack Obama nominó a Loretta E. Lynch para convertirse en Fiscal General (Ministro de Justicia) de los Estados Unidos el 8 de noviembre pasado. Sin saberlo, la entonces titular de la Fiscalía Federal del Distrito Este de Nueva York, batiría un récord, pues nunca antes el Senado había demorado 166 días en aprobar la designación presidencial para esta función. La abogada formada en Harvard se convirtió así en la segunda persona afroamericana (tras su antecesor inmediato, Eric Holder) y la segunda mujer en ocupar el cargo (Janet Reno, bajo el gobierno de Bill Clinton).

Los parlamentarios republicanos explicaron que la tardanza en la decisión obedecía a la supuesta falta de diligencia de Lynch en pesquisar un caso de lavado de dinero por 1.900 millones de dólares, que concluyó sin cargos en contra del supuesto banco infractor.

Quizás por eso, y aprovechando los meses de permanencia adicional en Brooklyn (sede de la fiscalía), la abogada puso énfasis en perseguir un caso que ahora adquiere un gran impacto mediático: la existencia de una red de corrupción que afecta a todo el fútbol de América, a través de los principales dirigentes de la Concacaf y la Conmebol, y, por consiguiente, a la FIFA.

Según el comunicado de los investigadores, la mayoría de los cargos se relaciona con sobornos para obtener derechos de transmisión televisiva de las clasificatorias mundialistas y las copa América, Libertadores y Do Brasil.

"Otras tramas están relacionadas con el pago y recibo de sobornos por el patrocinio de la CBF por parte de una gran empresa de ropa deportiva estadounidense, la selección del país anfitrión del Mundial 2010 y la elección presidencial de la FIFA en 2011", afirma el documento sobre una investigación que recibió un impulso decisivo gracias a las revelaciones realizadas por el estadounidense Chuck Blazer, secretario general de la Concacaf y ex miembro del comité ejecutivo de la FIFA, quien se declaró culpable de chantaje, conspiración para fraudes bancarios y lavado de dinero, evasión de impuestos y ocultamiento de información.

"Desde 1991, la Concacaf y la Conmebol usaron sus posiciones para solicitar sobornos a cambio de derechos de transmisión por televisión y de marketing, y así una y otra vez, año tras año, torneo tras torneo", explicó Lynch.

Los 14 implicados (ver recuadros) podrían ser condenados a penas de hasta 20 años de prisión por los cargos, entre otros, de fraude, lavado de dinero, obstrucción a la justicia y conspiración criminal. El número de imputados podría crecer, de acuerdo con el texto de la acusación firmado por Kelly Currie, el reemplazante de Lynch en la mencionada fiscalía neoyorkina, cuya competencia en el caso obedece a que varios de los delitos fueron cometidos u orquestados en esa ciudad. En todos los acápites en que se alude a los denunciados, se agrega la frase "junto con otros", que deja en clara el alcance ilimitado que implica la comisión de estos delitos.

Nueve de los 14 implicados corresponden a dirigentes del fútbol continental y los cinco restantes son ejecutivos de las empresas de marketing que participaron en la red, entre ellas Datisa, formada en mayo de 2013 sobre la base de una alianza de las compañías Traffic, Full Play y TyC. La información proporcionada por la fiscalía alude además a la existencia de soborno entre los directivos del fútbol desde la década de los '80.

Según el expendiente judicial, la red incluía la utilización de transferencias bancarias a cuentas en paraísos fiscales, uso de testaferros y destrucción de evidencia. El monto involucrados en los ilícitos alcanzaría los US$ 150 millones.

Adicionacionalmente, Eugenio Figueredo, ex presidente de la Conmebol y actual vicepresidente de la FIFA, enfrenta cargos por presentar falsos antecedentes durante los trámites para su nacionalización estadounidense, obtenida en 2006. En la páginas 17 y 150 de la imputación se aclara que, además de mentir sobre su situación laboral, el directivo uruguayo (conservó su nacionalidad original) "declaró falsamente que sufría demencia severa", para eludir los exámenes obligatorios de manejo del inglés y educación cívica que exige la legislación estadounidense.

Ayer, Figueredo fue uno de los siete detenidos por la policia suiza en Zúrich, donde se encuentran los directivos del fútbol internacional participando en el Congreso de la FIFA, donde mañana se eligirá a su presidente. Los restantes seis aprehendidos fueron Jeffrey Webb, Eduardo Li, Julio Rocha, Rafael Esquivel, José Maria Marín y Costas Takkas.

El trinitense Jack Warner, otros de los involucrados, se entregó a media tarde a la justicia de su país.

Se espera, por cierto, que todos los acusados sean detenidos en las próximas horas.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.