Una empresa llamada Rihanna: el negocio y la estrategia tras la estrella que viene a Chile
<P>Si la cantante fuera un país, su política económica sería envidiada. </P>
Tal como Charly García en sus años narcóticos, reacio a relojes y calendarios, Rihanna rara vez sabe qué día de la semana es. Suele vivir en aviones para desplazarse por grandes capitales y sitios exóticos. En su cuenta de Twitter con más de 46 millones de seguidores nos podemos enterar dónde anda y también de cifras, muchas, como cuánto ha ganado la cinta Home de DreamWorks donde pone su voz, o que en 57 minutos despachó 85 mil boletos para su concierto en Rock in Rio del 26 de septiembre próximo, antesala de su debut en Chile tres días después.
Porque Rihanna encarna a la perfección el paradigma de la súper estrella en este siglo. "Hemos trabajado duro para levantarme como una marca", declaró hace algunos años al New York Times, y así se entiende que la música, si bien representa su principal vehículo de exposición, solo es una de varias vitrinas.
Entre 2005 y 2012 editó prácticamente un álbum por año. Ha vendido 30 millones de copias y 120 millones de singles digitales, por lo que la revista Billboard la distinguió como la máxima figura de esa casilla durante la pasada década. Pero su especialidad desde un principio fue la asociación con distintos productos. En su primera gira promocional por centros comerciales, el auspicio corrió por cuenta de un spray corporal para adolescentes. Antes de Umbrella, el súper éxito de 2007 con el que obviamente promocionó una línea de paraguas, ya hacía campañas para zapatillas y jugos.
Era solo el inicio de una escalada que hoy la tiene, entre distintas facetas que incluyen lencería y perfumes, descollando en el mundo del diseño de vestuario, lanzando colecciones para la marca fashion londinense River Island. La relación, que partió en 2013 y pactada originalmente solo por un año, reportó a la firma un crecimiento de ventas anual del 4%, por lo que ya suman tres colecciones juntos. En paralelo ha protagonizado campañas para Gucci, Armani, Kodak, Nike, Nokia y Nivea, y contratos con productos cosméticos exclusivos como M·A·C.
El gran dinero
Este 2015 su patrimonio neto es de 120 millones de dólares. Sólo cuatro años antes amasaba una fortuna de 19 millones, y cuando irrumpió hace una década exacta ya tenía un millón. Su promedio de ganancias anuales es de 28.5 millones. Rihanna entró de inmediato por la puerta grande, tras ser descubierta a los 15 años por Evan Rogers ('N Sync, Christina Aguilera), uno de los más exitosos compositores y productores de pop del último tiempo. Preparó el demo de Pon de reply, su futuro primer gran éxito, y se lo hizo llegar a Jay-Z, cuando era presidente de Def Jam Records. La mega estrella del hip hop no se impresionó demasiado. Para el autor de 99 problems, la canción le quedaba grande. Pero cuando conoció en persona a la cantante "me tomó dos minutos saber que era una estrella". La leyenda dice que la encerró durante doce horas en su oficina para que firmara.
Así Rihanna dejó definitivamente atrás sus humildes días en la caribeña isla de Barbados, en un hogar marcado por la pobreza y las peleas entre sus progenitores, debido a los problemas de alcohol y drogas de su padre, a quien la futura estrella solía acompañar para vender ropa en la calle.
A pesar de este historial con gráficos de ganancias siempre en ascenso, donde solo es superada por Beyoncé, Taylor Swift y Pink, Rihanna asegura haber estado en bancarrota en 2009 por culpa de su ex contador Peter Gounis. Según su testimonio judicial, tenía 11 millones de dólares en efectivo y cuando terminó aquel año, solo le quedaban dos. Las pérdidas se habrían producido por haber comprado mediante el consejo del profesional de las cuentas, una mansión de 7.5 millones en Beverly Hills, convertida en un desastre por problemas de humedad.
La artista llegó a un acuerdo extra judicial en 2014 con la firma Berdon LLP para la que trabajaba Gounies. El apretón de manos fuera de la corte se selló con 10 millones de dólares. Por supuesto, el contador tiene otra versión. Según él, la verdadera razón de las pérdidas económicas de Rihanna aquel año, radicó en haber abandonado una gira por privilegiar la filmación de una película.
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