Usain Bolt: "Este será el año, este es mi momento"
<P>Reconoce una gran amenaza en su compatriota Yohan Blake, pero confía en su trabajo para triunfar.</P> <P>R El velocista jamaicano llega a Londres para repetir sus tres oros de Beijing y convertirse así en leyenda del olimpismo.</P>
"Este será el momento, y este será el año cuando me destaque de los demás atletas del mundo", dice Usain Bolt de manera tranquila, en una dramática declaración de intenciones en la víspera de los Juegos Olímpicos. El hombre más rápido del mundo habla con una concentración profunda e inusual, con seriedad, sobre su propósito de establecer un legado en los días venideros.
"Muchas leyendas, mucha gente ha venido antes que yo", dice. "Pero es mi momento".
Hay más compostura que arrogancia en su voz. El jamaicano, de 25 años, ya ha luchado con las sombras de sus recientes caídas y de la figura amenazante de su amigo Yohan Blake. Sabe que si sobrepasa todos estos retos y decepciones sufridas, podrá unirse al panteón de los más destacados de la historia del deporte.
Ningún hombre ha defendido exitosamente en la pista sus títulos de 100 y 200 metros a la vez, además del de la posta 4 x 100. Si Bolt replica sus proezas de Beijing, donde ganó sus tres oros con una velocidad deslumbrante y un carisma irresistible, su nombre resonará junto a míticas figuras como Muhammad Ali, Jesse Owens, Pelé y Michael Phelps.
En 2008, tres mil millones de personas vieron a Bolt hacer añicos el récord mundial y ganar la final de los 100 metros con ridícula facilidad. Sus impactantes 1,95 metros e inmenso tranco contribuyeron a escenificar la más impresionante carrera de todos los tiempos. Bolt les sacó tanta ventaja a sus tensos rivales, que pareció correr como en un paseo y abrió ampliamente sus brazos en un gesto de "mírenme" al cruzar la línea de meta. Usó la expresión de un hombre que conquistó el mundo.
Ahora, en Londres, será diferente. Bolt será puesto a prueba. Incluso ante una audiencia superior, deberá probar que es el máximo sprinter de todos los tiempos.
Hay una errónea percepción de que Bolt sólo necesita apurar, asaltar la carrera con un paso de dance-hall, y luego correr y ganar antes de alcanzar su pose del arquero lanzando sus flechas. "Sólo puedes hacer tu trabajo y dejar que la gente crea lo que ella quiera. Trabajo duro porque sé que es lo se requiere para ser campeón. Sé lo que quiero y estoy enfocado en lo que necesito hacer para ganar", dice.
Las dudas
Un contrastante cuarteto de carreras revolotea sobre sus pronósticos usualmente brillantes. El año pasado, en el Mundial de Daegu, en Corea, Bolt perdió su título en 100 metros luego de ser descalificado por partida falsa. Bolt lloró por la frustración y después permaneció confinado en la parte trasera de la pista, esperando la reanudación, que fue ganada por Blake, su compañero de club y más joven rival.
Hace dos meses, en mayo pasado, corrió los peores 100 metros de su trayectoria profesional y registró 10"04 en Ostrava, fallando en superar la barrera de los 10 segundos por primera vez en tres años. Bolt ganó aquella mediocre carrera, pero luego sufrió dos derrotas consecutivas en tres días durante las clasificatorias jamaicanas: el 30 de junio fue superado en los 100 metros por Blake, quien ganó con 9"75. Más impactante, el 1 de julio, Blake lo derrotó en 200, una distancia en la que Bolt era considerado imbatible por años.
Estos tropiezos han acrecentado el interés por la velocidad, pues la lucha entre Bolt y Blake agrega otra dimensión al glamour y emoción del hectómetro. Bolt retiene su romántico atractivo como el hombre más rápido del mundo y su récord de 9"58 ha sido inalcanzable por más de tres años, pero Blake ha ganado tres carreras que han puesto aún más atención sobre ellos.
Pese a eso, entrenando en Birmingham, Bolt se mantiene encantadoramente relajado. Parece no sentirse incómodo por ninguna pregunta y no busca refugio en su evasiva indiferencia. Es honesto en subrayar la creencia de que, a pesar de los altibajos, retendrá sus tres títulos.
"Definitivamente", dice Bolt, recurriendo a su palabra favorita. "Cuando atraviesas por una serie de contratiempos, puedes decir que todas esas cosas suceden por alguna razón. El hecho clave es entender que el trabajo duro recompensa. Si tú pones trabajo, tendrás éxito".
Bolt habla con llaneza cuando sugiere que, después de soportar dificultades familiares, se ha fortalecido mentalmente. "Sí, definitivamente. Es cansador, pero, después de un tiempo, te acostumbras a que la gente haga sus propios comentarios y te juzguen. Pero soy siempre positivo. Sé lo que quiero. Sé de lo que soy capaz. Pero te haces más fuerte cuando has trabajado duro para mejorar y has enfrentado todos estos desafíos. Así, no me estreso y me enfoco sólo en lo que es necesario".
Suena convencido de estar en forma para conseguir la victoria en 100 y 200. "Definitivamente", dice. "Cada sesión de entrenamiento me estoy sintiendo mejor y mejor. No tengo otras tareas ahora, no tengo preocupaciones; todo es entrenar, comer y dormir. Tengo mucho tiempo y puedo poner mucho más esfuerzo en las prácticas. Me siento mejor día a día. Y tan bien me siento, que definitivamente no tengo dudas de que llegaré a los Juegos a ganar".
Las imágenes del año pasado en el campeonato mundial captaron toda la frustración de Bolt al ser descalificado. Consultado sobre si estas emociones se convirtieron en los peores momentos de su carrera, Bolt explica que "sí, definitivamente. Sin duda, porque trabajé duro para volver de la lesión en la última temporada. Todo llegó junto y en el momento exacto, y es complicado desgastarme en explicaciones, porque estaba molesto conmigo mismo. En todo momento me sentí muy mal, porque sabía que podía ganar la carrera".
Bolt ha luchado a menudo contra su partida. Es el aspecto más débil dentro de su pedigrí como velocista dominante. ¿La descalificación en Daegu es un fantasma? ¿Lo afectó en sus lentas partidas en Ostrava y en las clasificatorias jamaicanas? "No, no lo creo. Cada temporada, para mí, es empezar desde la base otra vez. Mi técnico y yo nos sentamos, evaluamos y conversamos mucho sobre esto. Vemos dónde me he equivocado y qué necesito para hacer más segura y consistente mi partida".
¿Ha encontrado un método para hacer más consistente su partida? "Sí, sí, definitivamente. He comprado unos tacos que usaré en los Juegos y he estado entrenando con ellos. Estaré mucho más cómodo y seguro usándolos".
Y, a su lado, unos carriles más allá, Blake estará agachado en sus propios tacos. ¿Está Bolt shockeado por las derrotas ante él? "Puedes decir que es un shock. Es bueno tener mis ojos bien abiertos. Con los altibajos puedes realmente evaluar qué hiciste mal o qué requieres para volver adonde necesitas estar. Es muy bueno que suceda en las clasificatorias, para reenfocarte".
Algunos críticos sugieren que Bolt es demasiado "fiestero", pero ¿la derrota le devolvió el hambre de éxito? "Mi hambre siempre está allí. Las cosas que suceden en una temporada a veces te sacuden, pero tienes que aprender de los errores. Sólo necesitaba poner las cosas en su lugar para estar seguro de que no volvería a cometerlos en los Juegos. Sólo me esforcé por superarlos y recuperar mi confianza para los Juegos".
Bolt no estaba en su mejor momento y luchaba contra una lesión en un muslo, pero él rehúsa excusarse de sus sucesivas derrotas en Jamaica. Grandes velocistas, después de todo, requieren grandes rivales para dejar un legado. ¿Ha surgido Blake en el momento preciso para impulsar a Bolt a nuevas alturas? "Yohan será un gran atleta y ya ha mostrado potencial para ser un grande".
Estos serán los terceros Juegos de Bolt, mientras que Blake aún no ha sido probado en la más dura de las arenas. "No podría decir que ese es un gran factor", dice Bolt sobre la inexperiencia de Blake, "pero jugará un rol, porque lucir en los Juegos no es fácil".
"Yohan no estará solo. Estará conmigo, Asafa, Tyson Gay, Justin Gatlin y todos esos tipos. Será una carrera apretada, con atletas de clase mundial, por lo que será una competencia de otro nivel para Yohan. Demandará mucha concentración. Y provocará mucho estrés. Lo probará como atleta y como persona. Veremos qué tan bueno es".
No hay un cinismo hiriente en las calmadas declaraciones de Bolt. Es más, suenan como si se sintiera preocupado por las características de su rival, "la Bestia". ¿Fue Bolt realmente el primero en darle a Blake su apodo? "Dije que era una bestia entrenando y la gente comenzó a decirle así".
Bolt sabe bien de lo que Blake es capaz en la pista. Incluso, más que derrotarlo en las clasificatorias o forzarlo a entregar su título mundial, hay otra imagen que liga a Bolt con Blake. Viene del meeting de Bruselas por la Diamond League, una noche del pasado septiembre, cuando Bolt ganó los 100 metros en una marca de 9"76. Sin embargo, más tarde, las cámaras registraron a Bolt mirando a Blake cruzar la línea final de los 200 metros en 19"26 (el segundo tiempo más rápido de la historia). Hasta entonces, el récord mundial de Bolt de 19"19 no había sido amenazado, pero en ese momento su mano cubrió su boca, como si necesitase acallar su asombro. Parecía una delación gráfica de sus pensamientos más íntimos sobre la creciente amenaza de Yohan Blake.
Siempre amigos
La rivalidad entre estos dos hombres no es tal: comparten el mismo coach, Mills, pero en el Racers Club de Kingston entrenan aparte. Su amistad fuera de la pista continúa de una manera aparentemente invariable. En el campeonato del mundo pasado, Bolt compartió departamento con Blake y Powell. ¿Sucederá lo mismo en la Villa Olímpica? "Por supuesto", señala Bolt. "Seremos siempre amigos y compañeros. Somos parte del equipo. Necesitas estar con gente que te haga reír y relajarte. Toda la seriedad de la pista comienza en la línea de partida y luego termina. Lo importante es estar relajado y no preocupado de todo".
Bolt se resiste a marearse con la prueba del próximo 5 de agosto, calificada como la "carrera de todas las carreras". Los ocho finalistas deberían correr bajo los 10 segundos. "Si el tiempo está bueno, creo que definitivamente podría ser la más grande de las carreras. Somos seis tipos que, con seguridad, podemos correr bajo 9"9 y todos podríamos hacerlo en la final. Así es que no hay duda de que podría ser la mejor final de todos los tiempos".
Tal expectativa engendra tensión aguda. A Bolt le gusta destacar que su más brillante momento en la pista se produjo cuando tenía sólo 15 años y ganó los 100 metros en el Campeonato Mundial Juvenil en Kingston. Incluso, antes de la carrera estaba ten nervioso que se puso una zapatilla en el pie equivocado. Se ríe ante la sugerencia de que, considerando sus compromisos con Puma, no cometa el mismo error en Londres. ¿Seguramente Usain luchará contra sus nervios en Londres? ¿Cómo se mantendrá la noche previa, en la última hora y cuando se ubique en los tacos de la pista? "Siempre es bueno tener un poquito de nervios. Tienes que enfrentarte con eso. Y en el pasado me he sentido mal cuando he estado demasiado nervioso. Pero ahora no siento nada de qué preocuparme, y me siento mejor y mejor en cada entrenamiento".
Bolt puede sentirse, por tanto, muy entusiasmado por la posibilidad de ganar tres finales olímpicas en Londres, las cuales "no podrían suceder en un mejor lugar. No puedo lograr nada mayor que esto. No podría haber nada más, porque Londres es realmente una segunda Jamaica".
¿Es posible que Bolt, Blake y Powell puedan completar un hat-trick jamaicano de medallas en los 100 metros? "Será interesante", indica con una risita ahogada. "Pero no puedo asegurarlo, porque no sé si todos estarán relajados aquel día, pero yo saldré a ganar. No puedo hablar por nadie más".
Por ahora, y en medio del verano inglés, Bolt suena casi filosófico: "Creo que los días están sorprendentemente largos. Parecen desarrollarse muy lentamente. Cuando quieres que algo comience, todo demora más".
Bolt, como sea, parece dispuesto a correr más rápido y a consagrar su legado en Londres. "He estado diciendo esto por años: este será el momento, este será el año, este es mi momento".
Esas palabras conjuran una imagen de Bolt forzando el tiempo otra vez, como si volara sobre la pista olímpica con fresca resolución. El cuenta con la convicción de un hombre preparado para un asombroso abrazo con la historia.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.