Valles de Leyda y Casablanca enfrentan compleja vendimia

<P>Altas temperaturas adelantaron cosechas de tintos y blancos en dos semanas, generando problemas logísticos.</P>




Complicada y agotadora fue la vendimia 2012 en los valles de Leyda y Casablanca. La cosecha de cepas blancas, como el chardonay, terminaba usualmente la tercera semana de abril, pero este año se adelantó dos semanas, igual que la vendimia de tintos, producto de las altas temperaturas. Algo poco usual en estos valles, considerando que son de clima frío por la cercanía al mar.

"Hemos trabajado de lunes a domingo", cuenta el enólogo jefe de viña Ventisquero, Felipe Tosso.

El aumento de las temperaturas, provocado por el fenómeno de La Niña, hizo que se acumulara uva de variedades distintas. "Estábamos terminando de cosechar Sauvignon Blanc y tuvimos que partir de inmediato con el Pinot Noir y luego Chardonay", comenta. Pero pudieron recibir la uva con una bodega ordenada.

En el valle de Leyda, el problema fue menor para Ventisquero, ya que el terreno que poseen está a cinco kilómetros del mar. "Hay neblina constante en la mañana y la máxima temperatura que se vio fue de 25 grados", detalla Tosso.

Algo más complejo fue el escenario que vivió Viña Leyda, en el valle del mismo nombre. Cristóbal Mujica, su viticultor, señala que las altas temperaturas afectan la calidad de la uva, por lo que se aumentó la intensidad de riego. El viticultor de Viña Garcés Silva, Ignacio Casali, señala que se debe ser exacto y eficiente con el riego cuando se enfrentan estos escenarios climáticos.

Sin embargo, el cuello de botella estuvo en la parte logística, dada la acumulación de volumen: "Hay más uva que procesar, lo que dificulta las labores dentro de la bodega, el uso de las prensas, las enfriadoras y la capacidad de las cubas", afirma.

Situación similar vivieron en Santa Carolina. Su gerente de enología, Andrés Caballero, explica que si la temperatura sube, crece el azúcar del fruto y se pierde la acidez, lo que afecta la "personalidad" del vino. "Hay que estar muy atentos para mantenerlos frescos y no existan problemas", señala.

Todas las viñas coinciden en que el gran problema de la industria es la mano de obra, cuya escasez se notó al juntarse las cosechas, ya que es el mismo grupo el que realiza la vendimia de tintos y blancos. Caballero agrega que al adelantarse las cosechas, compiten con el inicio de recolección de otras frutas, como las manzanas, por trabajadores temporales.

En volumen, los resultados generales estuvieron entre 6% y 10% sobre lo cosechado en 2011. Los resultados por cepa, fueron dispares. En Santa Carolina se proyecta una caída entre 5% y 6% en el volumen de tintos, como Cabernet y Pinot Noir, porcentaje que aumentaría para el Merlot, estima Caballero. El Carmenére se mantendría al mismo nivel de 2011. Para Leyda, el Sauvignon Blanc presentaría una caída de 10% a 12% y los tintos se mantendrían.

Pese a todo, enólogos y viticultores están contentos con los resultados.

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