"Vamos a radicalizar nuestra posición y mostrar la fuerza sindical"

<P>El líder de la CUT aborda la realidad del sindicalismo y es autocrítico. "Por falta de pragmatismo hemos perdido influencia".</P>




"Ya hemos esperado suficiente tiempo". Así resume el titular de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Arturo Martínez, su disposición a dar un giro en la relación con el gobierno y endurecer la postura de los trabajadores frente a la agenda social de la autoridad. El dirigente afirma que los proyectos anunciados por el gobierno hasta ahora no satisfacen las aspiraciones de los trabajadores. El hito en este giro será el 1 de mayo, señala Martínez, asegurando que al tradicional acto nacional de la CUT "no vamos a invitar a nadie, ni del gobierno ni de la oposición".

En todo caso, el titular de la CUT -presidente de hecho de la multisindical, pues renunció formalmente a su cargo para emprender una fallida postulación a la Cámara de Diputados en 2009-, es autocrítico de la realidad del movimiento sindical, en circunstancias que apenas 1 de cada 10 trabajadores en el país está afiliado a un sindicato. "Hemos perdido influencia por falta de pragmatismo", admite.

¿Cómo ha sido la relación con el gobierno durante este primer año?

No ha sido mala. Entendíamos que estábamos ante un gobierno de derecha y que si la CUT empezaba el primer año a presionar, a plantear exigencias, todo el mundo iba a interpretar eso como una actitud motivada sólo por el cambio de signo político. Además, en Chile se produjo un estado de ánimo, con el terremoto y el accidente de los mineros, que no estaba como para sacar gente a la calle. Pero ya hemos esperado suficiente tiempo y los proyectos prometidos en materia de posnatal, 7% de jubilados, multi RUT y sueldo ético no se han abordado como esperábamos.

¿Y en qué se traducirá este giro en la práctica?

En que vamos a dar inicio, el 1 de mayo, a un proceso de gran convocatoria para impulsar una mayor presión. Pensábamos que con este gobierno, más allá de las discrepancias políticas, era posible conversar y entenderse, pero ya tenemos claro que casi no se puede avanzar en nada. Eso nos lleva a radicalizar nuestra posición y mostrar la fuerza sindical.

¿Pero qué fuerza real puede tener esta decisión considerando que sólo 1 de cada 10 trabajadores está sindicalizado en Chile?

La CUT no organiza a todos los trabajadores, nunca ha sido así. Incluso durante la Unidad Popular la CUT tenía 33% de sindicalización, nunca ha sido más de eso.

¿Por qué?

Por varias razones. En el año mueren muchos sindicatos de empresas contratistas que cuando pierden el contrato con la mandante se acaba el sindicato. De 10 sindicatos que se constituyen, las mitad muere. Además, la mayoría de los trabajadores se desempeña en pymes, en que cuesta sindicalizar a la gente.

¿Y desde el punto de vista de los trabajadores hay alguna autocrítica?

Claro. El sindicalismo ha perdido influencia por falta de pragmatismo. El modelo económico da menos espacio al reclamo social y ha habido dificultades para entender esa realidad. Cuando se instaló este modelo, surgieron discursos de que había que derrotar el modelo económico y eso es prácticamente imposible. En esa lucha se perdió mucho tiempo. Además, ha habido una tendencia permanente, cuando no se pueden obtener logros inmediatos, de pelearse internamente por diferencias ideológicas.

¿La opinión de la CUT tiene hoy menos influencia en relación con los gobiernos de la Concertación?

Somos menos escuchados que en los gobiernos de la Concertación. Hoy no hay con quién conversar en el gobierno. Con la Concertación había diálogo, había canales para expresar problemáticas. Ahora no.

¿En qué sectores observa esa falta de pragmatismo?

Por ejemplo, en el sector comercio, que con cuatro confederaciones se desgastan peleándose entre ellos. O en la salud, donde surgió otra confederación nacional, distinta a la encabezada por Esteban Maturana.

Salario mínimo

La discusión que viene con el gobierno es el salario mínimo. ¿Cuál es la propuesta de la CUT?

Tenemos varias posibilidades. Podemos negociar por dos o tres años o sólo un año. Pero es claro que este año hay que considerar el alza de la inflación, el dinamismo del crecimiento económico y la baja del desempleo.

¿A qué nivel aspiran a llegar dadas estas variables?

Nuestra propuesta es negociar por tres años y llegar a $ 220 mil. Si en cambio negociáramos sólo por este año, no imagino un salario mínimo inferior a $ 185 mil.

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