Van Sant lleva a Berlín drama ecologista con Matt Damon

<P>La cinta es un alegato contra las compañías de gas. Joseph Gordon-Levitt debutó como director con <I>Don Jon's addiction</I>.</P>




Matt Damon y Gus van Sant son buenos amigos. Han hecho ya dos películas juntos, En busca del destino en 1997 y Gerry en el 2002, y ahora van por la tercera: Promised land. Damon siempre interviene en el guión y actúa. Promised land iba a ser su debut en la dirección, pero a última hora la agenda se le copó y tuvo que recurrir a su viejo mentor Gus van Sant para que tomara las riendas tras la cámara. El resultado es una película de factura clásica, en la línea de En busca del destino, que ayer fue el plato fuerte en el Festival de Cine de Berlín.

Ubicándose en la tendencia política y social que ya es la marca registrada de este festival, Promised land presenta una historia de mensaje ecológico y anticorporativista. En el guión -coescrito por Damon y el destacado autor Dave Eggers- se narra la travesía de Steve Butler, un aplicado representante de una compañía de gas que viaja por las tierras agrícolas de Estados Unidos. Es un sabuezo de los negocios y aplica una norma poco ética: compra a bajo precio tierras a los habitantes más empobrecidos. Luego, la compañía horada el terreno y extrae gas. De paso, destruye el ecosistema y la dignidad de los granjeros. El propio Butler es hijo de campesinos y en el fondo sabe que hay algo malo en lo que hace.

El filme, que ya se estrenó en EE.UU., tuvo una aceptable recepción, aunque algunas críticas han apuntado a la unidimensionalidad de la historia. En conferencia de prensa, el realizador estadounidense se defendió, aludiendo a un cambio sorpresivo que se presenta en la última parte de la historia. "No es un filme de héroes y villanos. En nuestro mundo, también el de los consorcios sin escrúpulos, uno puede pasar de un lado al otro sin dejar de ser la misma persona", afirmó. Y luego, acerca del guión coescrito por Damon, Eggers y John Krasinski, explicó: "El personaje de Matt (Damon) es la perfecta combinación de héroe y antihéroe. Eso me atrajo mucho".

El actor protagonista, que además se involucró en la producción, se detuvo en las dificultades que tuvieron para financiar el fime. "Cada vez es más difícil hacer películas que toquen temas de interés", enfatizó. A pesar de las dificultades, también destacó que Promised land es un trabajo de crucial interés para él: "Los riesgos que corre el planeta son muy altos y el debate está cada vez más fiero".

También de Estados Unidos, pero fuera de competencia llegó ayer Don Jon's addiction, el debut en la dirección del actor Joseph Gordon-Levitt. Escrita y protagonizada por él, el filme es la crónica de Jon Martello, un adicto al sexo y la pornografía que además es un Don Juan infalible, con un promedio de varias conquistas por fin de semana. En competencia y desde Europa se exhibieron la austríaca Paradise: Hope, cinta de Ulrich Seidl sobre la relación entre una adolescente obesa y su doctor; y la polaca In the name of, de Malgoska Szumowska. Esta última, que recibió cálidos aplausos y que para algunos es la primera en entrar en carrera derecha por el Oso de Oro, retrata la historia de un sacerdote católico que debe lidiar con su propia homosexualidad.

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