Vaticanista y fundador de Voces Católicas: "El Papa está muy apurado en cumplir con su misión"
<P>Para el experto británico, este pontificado es muy diferente a los anteriores y la reciente exhortación apostólica aclaró muchos puntos.</P>
En agosto de 2010, Austen Ivereigh formó en Reino Unido Voces Católicas, un grupo que buscaba responder a las críticas desatadas por la anunciada visita del Papa Benedicto XVI a ese país. La idea era explicar, a través de los medios, las posiciones de la Iglesia Católica. Y su apuesta no sólo se concretó, sino que actualmente está presente en varios países del mundo, incluido Chile. Hoy, con un nuevo Pontífice en el Vaticano, Ivereigh está empeñado en otra misión: intentar ayudar a los anglosajones a entender al Papa Francisco. Y para eso está trabajando en un libro que espera publicar el próximo.
Ivereigh, ex subdirector de la revista católica The Tablet y ex asesor de prensa del cardenal Cormac Murphy-O'Connor, es considerado uno de los más reputados expertos en temas de Iglesia de su país. Pero además conoce a fondo el mundo donde se formó el actual pontífice. Su tesis doctoral en la Universidad de Oxford fue precisamente sobre la Iglesia Católica argentina (Catolicismo y Política en Argentina 1810-1960). Desde esa ciudad inglesa, donde vive, este periodista británico y columnista de prestigiosos medios como América y The Spectator, conversó con La Tercera para analizar el actual pontificado y su reciente exhortación apostólica.
¿Por qué decidió escribir un libro para explicar al Papa Francisco al mundo anglosajón?
A Francisco hay que entenderlo primero como un pastor latinoamericano. Y ese es el problema en el mundo anglosajón, donde están tratando de saber si es conservador o liberal. El va mucho más allá. Es muy difícil encasillarlo. Hasta ahora han salido varias biografías argentinas del Papa y todas dan por sentado lo argentino, cosas como el peronismo, por ejemplo. Yo, bromeando, digo que lo difícil no es explicar a Francisco, sino explicar a Argentina. Es un Papa muy diferente a los que hemos tenido. Su reciente exhortación apostólica ha aclarado muchas cosas en ese sentido.
En la exhortación apostólica, uno de los puntos que más atrajo la atención fue su crítica al capitalismo. Algunos han planteado que representa un giro en la visión del Vaticano. ¿Podemos decir que hay un giro?
Creo que está en total concordancia con la enseñanza de la Iglesia y con Papas anteriores. Lo que es diferente es el lenguaje, porque el habla con un lenguaje muy directo, muy tajante, que ha sorprendido y sigue sorprendiendo a mucha gente. De hecho, algunos pasajes de la exhortación apostólica me hicieron recordar muy fuertemente la Rerum Novarum de León XIII, la primera gran encíclica social, en eso de que lo que le duele es la creciente brecha entre ricos y pobres. Es muy de León XIII.
El Papa también insiste en la descentralización y en el mayor peso de los episcopados locales. ¿No existe el riesgo que algunos empiecen a tomar una fuerza desproporcionada?
Eso ya lo estamos viendo con el tema de la comunión de los divorciados vueltos a casar. Una diócesis alemana quiso aprobar eso y Francisco dijo que no. Pero acabo de ver que un vocero de la arquidiócesis de Friburgo está diciendo ahora que en la exhortación apostólica está claro que el Papa le está dando la autoridad a las conferencias locales para decidir esas cosas. Esas discusiones son inevitables. En parte, la mayor descentralización va a ser el resultado de un Pontífice que no se considera a sí mismo como él oráculo que tiene que pronunciarse sobre todo. Pero en esto hay una ironía, porque precisamente este Papa, que está hablando de que el Papa debería tener un rol menos importante, está teniendo más autoridad y más impacto que muchos de sus antecesores. Una paradoja que va hacerse cada vez más evidente.
Los mensajes del Papa Francisco están generado tensiones al interior de la misma Iglesia...
Es inevitable que este Papa no agrade a todos y va a escandalizar a algunos como ya los ha escandalizado. El sector más ofendido hasta ahora es el sector de los católicos más conservadores de Estados Unidos, que consideran que lo que está proponiendo el Papa es una especie de desarmamentismo unilateral. Pero cuidado, que yo creo que va a haber una reacción en algún momento de los sectores más progresistas católicos, porque tampoco es un liberal. Es un radical, pero no es un liberal.
¿Está planteando sólo cambios de formas o algo más profundo?
No hay nadie que lea la exhortación apostólica y no se sienta desafiado de alguna manera. Es una opción evangélica radical. Quizá la razón del impacto que está teniendo es que él quiere que esa opción evangélica se presente sin pelos en la lengua. El piensa que tiene poco tiempo, que no le quedan muchos años de fuerza física y mental y está muy apurado en cumplir con su misión. A mi me sorprendió mucho la exhortación apostólica por la cantidad de cosas que incluía. Es como si necesitara decir todo luego, porque no sabe cuánto tiempo le queda.
¿Podemos verla a esta exhortación casi como una encíclica?
Sí, yo creo de hecho que es una encíclica. Lo que pasa es que por varias razones es una exhortación apostólica, porque es una respuesta al sínodo del año pasado.
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