Videla admite por primera vez que dictadura argentina mató a "siete mil u ocho mil" personas

<P> En un libro, señala que hicieron desaparecer los cuerpos "para no provocar protestas".</P>




En un libro que aparece hoy en Argentina, el ex dictador Jorge Rafael Videla reconoce por primera vez que el régimen militar que encabezó en los años 70 mató a al menos siete mil personas que habían sido secuestradas o detenidas. Además de afirmar que hicieron desaparecer los cuerpos "para no provocar protestas dentro y fuera del país", aseguró que el golpe militar de 1976 "fue un error", porque "no se necesitaba" para combatir "la subversión".

"Pongamos que eran siete mil u ocho mil las personas que debían morir para ganar la guerra contra la subversión", dijo el ex dictador argentino al periodista Ceferino Reato para su libro "Disposición final, la confesión de Videla sobre los desaparecidos", del cual el diario porteño La Nación publicó ayer un adelanto. En entrevistas realizadas entre octubre de 2011 y marzo de 2012 en la cárcel de Campo de Mayo, en las afueras de Buenos Aires, donde cumple condena perpetua por violaciones a los DD.HH., el jefe de la Junta Militar entre 1976 y 1981 sostuvo que "cada desaparición puede ser entendida ciertamente como el enmascaramiento, el disimulo, de una muerte".

"No había otra solución", aseguró Videla, de 86 años, quien expresó que en el régimen "estábamos de acuerdo en que era el precio a pagar para ganar la guerra contra la subversión y necesitábamos que no fuera evidente para que la sociedad no se diera cuenta. Había que eliminar a un conjunto grande de personas que no podían ser llevadas a la justicia ni tampoco fusiladas".

En el libro, Videla hace una descripción pormenorizada de los métodos usados por la dictadura para secuestrar y asesinar opositores, justifica el uso de la tortura y destaca la influencia de la llamada "Doctrina Francesa" en la lucha contra las guerrillas, que había sido utilizada en Indochina y Argelia y fue enseñada a los militares latinoamericanos. El ex dictador explica que el país fue dividido en "cinco zonas" antes del golpe del 24 de marzo de 1976 y que el jefe de cada uno de esos territorios había ordenado meses antes la confección de listas de personas que debían ser detenidas tras el derrocamiento de la entonces presidenta Isabel Perón.

Alusión a Pinochet

Según militares consultados, esas listas fueron integradas por "líderes sociales" y por "subversivos", cuyos nombres fueron aportados por los servicios de inteligencia de las FF.AA., pero también por empresarios y ejecutivos, sindicalistas, funcionarios nacionales y provinciales, profesores y dirigentes políticos y estudiantiles. La mayoría de los muertos y desaparecidos proviene de esas listas, afirmó Videla.

El ex dictador aseguró que "no hay listas con el destino final de los desaparecidos. Podría haber listas parciales, pero desprolijas". "Las desapariciones se dan luego de los decretos del presidente interino Italo Luder (peronista, casi seis meses antes del golpe), que nos dan licencia para matar. Desde el punto de vista estrictamente militar no necesitábamos el golpe; fue un error".

"Nuestro objetivo (en 1976) era disciplinar a una sociedad anarquizada. Con respecto al peronismo, salir de una visión populista; con relación a la economía, ir hacia una de mercado, liberal. Queríamos disciplinar también al sindicalismo y al capitalismo prebendario", añade.

En el libro, Videla también se refiere al conflicto con Chile por el canal Beagle (1978). En entrevista con La Tercera, Reato dice que el ex dictador argentino "siempre se está comparando con Pinochet" y que asegura que ambos países "estuvieron por unas horas en guerra".

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