Vuelo de Air France no explotó en el aire y cayó en fuerte picada al mar
<P>El primer informe de los investigadores franceses reveló que el avión cayó intacto y de "panza" al Atlántico. La falta de chalecos salvavidas inflados indicaría que no se prepararon para amerizar. </P>
A un mes del trágico accidente del vuelo 447 de Air France, que cayó en medio del Océano Atlántico con 228 personas a bordo, cuando volaba de Río de Janeiro a París, ya comienzan a esclarecerse cómo fue el siniestro. Los investigadores franceses revelaron ayer su primer informe, en el cual descartaron que el Airbus A330 se destruyera en pleno vuelo como se había especulado hasta ahora. Al contrario, la nave cayó intacta, colisionó directamente con el agua y no hubo intento de amerizaje.
Pese a que las cajas negras del aparato aún no han sido encontradas, la "recopilación de los primeros hechos establecidos" permite recrear las condiciones en que se produjo el accidente. Según el responsable de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA) francesa, Alain Bouillard, "el examen visual de los restos del avión muestra que no fue destruido en vuelo. Parece haber embestido la superficie del agua en línea de vuelo, con una fuerte aceleración vertical".
Las abolladuras en las partes del fuselaje que se rescataron indican que el aparato entró en contacto con el agua "de panza" sobre el Atlántico, a una velocidad tan alta que sus ocupantes probablemente no tuvieron tiempo para preparar el amerizaje, dijo Bouillard. Un indicador de ello sería la ausencia de chalecos salvavidas inflados en el lugar del siniestro.
La aceleración vertical se ha podido constatar en algunos de los 640 elementos recuperados del avión como, por ejemplo, el lugar donde se guarda la comida para los pasajeros, ya que todas las bandejas estaban en el fondo del mueble.
Aunque el jefe de la BEA admitió que "hoy estamos muy lejos de establecer las causas del accidente", descartó que éste se produjera por un atentado. Dijo que no se ha encontrado "ningún rastro de fuego ni rastros de explosivos". Asimismo, precisó que los sensores externos, llamados tubos Pitot, fueron "un factor (del accidente), pero no el único".
Bouillard aseguró también que "no hubo transferencia del vuelo entre los centros de control brasileño y senegalés" cuando el avión se encontraba sobrevolando el Atlántico. Sin embargo, el portavoz de la Aeronáutica brasileña, el teniente coronel Henry Munhoz, negó tal situación.
Las probabilidades de encontrar las cajas negras son cada vez menores a medida que desaparecen las señales que emiten. En ese sentido, Bouillard informó que Francia seguirá rastreando la zona con un submarino y dos sondas de EE.UU. hasta el 10 de julio. A partir de entonces y hasta el 20 de agosto, la búsqueda se hará de forma automática con robots que rastrearán el lecho marino.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.