Cambios de eje en el Congreso
Las derechas han quedado bien posicionadas en la Cámara, en tanto que en el Senado oposición y oficialismo han quedado en empate, lo que deja un equilibrio razonable. Pero sin duda la gran novedad es el fortalecimiento de las fuerzas no tradicionales.
Los resultados de la elección parlamentaria han resultado orientadores sobre el cambio de eje que en materia política viene experimentando el país, donde es un hecho que las fuerzas no tradicionales tanto en la derecha como en la izquierda serán las que tomarán el mayor protagonismo.
Es un hecho que José Antonio Kast quedó con las mejores chances de triunfar en segunda vuelta, considerando que al sumar los votos del conjunto de las fuerzas de oposición sin considerar el Partido de la Gente (PDG), estas alcanzaron el 50%. Tal porcentaje, sin embargo, no se extrapoló en el caso parlamentario, pues en la elección de diputados la votación conjunta de dichas fuerzas alcanzó a un 45%.
Así, no se dio el escenario de que las derechas obtendrían la mayoría en ambas cámaras; con todo, es el mejor resultado parlamentario que el sector ha obtenido desde 1990. En conjunto suman 76 diputados, dejándolos a un voto de la mayoría simple en la Cámara, en tanto que las fuerzas de izquierda lograron 64 diputados. Relevante será ver el rol que jugará la bancada de 14 diputados del PDG. En el Senado, en cambio, la oposición perderá la mayoría que había logrado estructurar en este período, pero sigue siendo relevante que en la práctica ambas coaliciones quedarán empatadas, cada una con 25 votos, lo que habla de un Congreso relativamente equilibrado.
Si bien ninguna fuerza ha logrado hacerse de la mayoría, el escenario parlamentario a partir de 2026 parece beneficiar más a Kast que a Jara. Asimismo, este relativo equilibrio permite anticipar que cualquiera sea el signo del nuevo gobierno igualmente tendrá que negociar sus principales reformas, evitando las “aplanadoras”.
Quizás el cambio más significativo de la jornada tiene que ver con que tanto en la derecha como en la izquierda hay cambios respecto de las fuerzas que tendrán el mayor peso parlamentario. Así, en el caso de la actual oposición Republicanos pasará a ser la mayor bancada del país -con 31 representantes-, destacando también el aumento del Partido Nacional Libertario, que quedará con ocho diputados. En cambio, Renovación Nacional y la UDI muestran importantes mermas; en el caso del primero, de haber contado con 25 diputados en 2021, ahora quedará con 13. La UDI también retrocede, pero menos, quedando con 18, la segunda mayor bancada.
Frente a estos resultados, es inevitable que haya comenzado un debate interno al interior de Chile Vamos, donde distintas voces ya plantean que la coalición cumplió su ciclo y debe ser reemplazada.
Similar cambio de eje se observa en el caso de la izquierda, donde el Frente Amplio pasó a tener la mayor bancada, con 17 parlamentarios, mientras que el PC subió a 11. En cambio, el PS, de tener 13 diputados, quedará con 11, mientras que el PPD quedó con 9 y los radicales con 2. Es sin duda un duro golpe para el Socialismo Democrático, que habrá de enfrentar su propio proceso de autocrítica.
Hay otra novedad que ha traído la elección parlamentaria: En principio son 13 los partidos que no han logrado los requisitos mínimos exigidos por la ley y arriesgan ser disueltos, entre ellos el Partido Radical, Evópoli, la FRVS, Demócratas y Amarillos. Esto no hace más que ratificar la necesidad de reformas para depurar el sistema político, pues hay demasiadas colectividades que no son suficientemente representativas.
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