Matías Zaldivia se va de Colo Colo. Su fichaje en Universidad de Chile es inminente. El Cabezón deja Macul como referente, lo que abre el habitual debate respecto de la conveniencia, o no, de pasarse a la trinchera de enfrente. Curiosamente, en esta oportunidad, el juicio no es tan categórico: hay muchos hinchas albos que reparan en la intención de quedarse en el club, en que esa idea fue manifiesta y, finalmente, en que es Blanco y Negro la que determinó no extender la relación contractual. Así, al menos desde el punto de vista sentimental, el argentino queda exculpado de un juicio que habitualmente resulta categórico.

Hay quienes, incluso, reparan en una disputa legal que hace poco tuvo una resolución desfavorable para el futbolista, quien perdió la millonaria demanda que había interpuesto en agosto de 2021, para reclamar el cobro de los impuestos derivados del pago de derechos de imagen, el acuerdo al que había llegado en 2019 cuando recibió una oferta de Arabia Saudita y el club le cerró la puerta de salida, por la importancia que tenía para el equipo albo en todo orden. Ese acuerdo, más tarde, estaría en la mira de la Dirección del Trabajo.

El pacto por los tributos, al menos en la versión del jugador se había sellado de palabra. Ahí nace, precisamente, la controversia, pues Zaldivia se tuvo que hacer cargo del compromiso a la espera de la acción de ByN, que, finalmente, se redujo a lo estrictamente establecido en el contrato. El daño resultó irreparable.

Y hay un tercer elemento que también reflota: Zaldivia fue uno de los miembros de la Comisión Negociadora que se conformó para controlar la profunda crisis que se produjo por la reducción salarial que impuso Blanco y Negro. Era, en rigor, el último sobreviviente del grupo que negoció y se transformó en beneficiario del pacto: el entonces timonel Aníbal Mosa puso $ 550 millones para repartir a cuenta de derechos de imagen y cuotas de pases. Los otros no están hace rato en Pedrero: Esteban Paredes, Pablo Mouche, Juan Manuel Insaurralde, Nicolás Blandi y Carlos Carmona.

Matías Zaldivia, en uno de los partido que disputó por Colo Colo en 2022 (Foto: Agenciauno)

Un acuerdo que terminó en división

El acuerdo suscrito en el contexto de que el club se acogió a la Ley de Protección del Empleo produjo divisiones a nivel directivo y entre los jugadores. El Sifup había denunciado a Blanco y Negro ante la DT para exigir el pago de derechos de imagen y la aplicabilidad de la Ley de Protección al Empleo, además del pago de los 22 días de trabajo en abril que la concesionaria desconoce.

La crisis se extendía a todo nivel. Entre los dirigentes, no toda la mesa de ByN estaba de acuerdo con la iniciativa de Mosa. El bloque opositor a la gestión del portomontino prefería, de hecho, resolver el enredo a través de la vía judicial, argumentando, incluso un fantasma potente: el peligro de quiebra frente a un escenario económico incierto. El entonces timonel proponía pagar la millonaria cifra en cuatro cuotas, entre enero y junio de 2021. Lo que sí se aprobó la realización de dos partido amistosos, entre 2021 y 2022, con utilidades a repartir entre los futbolistas, aunque los deportistas consideraban que el botín sería exiguo. El conflicto se atenuaba, al menos desde esa perspectiva.

Sin embargo, había otro factor en juego: cómo se repartirían los recursos. Y ahí, referentes como Paredes y Carmona entendían que era justo hacer participar del acuerdo a todo el equipo, compartiendo el bono con los que ganaban menos. Sin embargo, otro bloque, entre los que figuraba Zaldivia, además de Insaurralde y Blandi. pensaba distinto. “Que jueguen solos los argentinos, entonces”, se llegó a escuchar en el vestuario albo. De hecho, de esa época se recuerda el duro enfrentamiento entre Julio Barroso y Pablo Mouche en la intimidad del vestuario albo.

Sigue en El Deportivo