“Lo que siento es más grande que un oro olímpico”: la emoción de Yunerki Ortega, el para atleta cubano que ya es chileno
El para deportista asistió al Senado para ser testigo de la aprobación del proyecto de ley que le otorga la nacionalidad por gracia. Ahora explica a El Deportivo sus próximas metas.
La vida de Yunerki Ortega en Chile da un paso significativo. Este martes, el para triatleta recibió la noticia de que se aprobó en el Senado el proyecto de ley que le otorga la nacionalización por gracia. “Siento una emoción tremenda. Una alegría en mi corazón que todavía estoy procesando. Siento como si hubiese ganado una medalla de oro olímpica... mayor. Lo que siento hoy en mi corazón es mucho mayor a eso”, dice el para deportista cubano a El Deportivo.
Extremadamente emocionado, el exnadador también quiere llegar a lo más alto en las competencias. “Voy a poder retribuirle a Chile todo lo que ha hecho por mí. Lo haré entregando lo mejor con lo que se hacer, que es hacer deporte, competir y tratar de poner siempre a este hermoso país en el podio de cada evento que me presente”, advierte.
“Me encantaría poder ser un ejemplo para las próximas generaciones de deportistas que vienen, tanto paralímpicos como convencionales. Quiero ser una inspiración para que todos los niños que están en los colegios se motiven a llevar una vida sana y que no bajen la guardia ante ninguna adversidad. No tenemos por qué rendirnos”, añade.
La historia de Ortega y el deporte es de toda su vida. Sin embargo, antes de quedar ciego, su proyección iba por otro lugar. “Yo venía del karate, hasta los 15 años practiqué, hasta que perdí la vista”, cuenta. Eso en otra vida. Mucho tiempo atrás. Cuando Santiago 2023 ni siquiera asomaba y escapar de la delegación cubana no era un plan.
Luego pasó a la natación. En eso competía por Cuba. Hoy es triatleta. “Llegar a aprender a nadar y de un día para otro ser medallista fue algo grandioso. Era una hazaña. Se trabajó fuerte y me tuve que entrenar muy duro, con muchísima disciplina. Fue una de mis mejores experiencias. Tenía 17 años y fue medallista adulto”, recuerda.
“La natación llegó a mí en 2015, después de que perdí la vista. Me hablaron del deporte paralímpico y yo no sabía nada. Yo no sabía nadar y me gustó la idea de enfrentarme al reto. Decidí dedicarle mi vida a esto y me fue bien. En un año y seis meses llegué a la selección y fui medallista parapanamericano”, agrega.
El chileno
Con la carta de nacionalización bajo el brazo, Ortega ya habla de sus próximas metas. “Quiero continuar con mi carrera deportiva. Sigo con el proyecto de clasificarme a Los Ángeles 2028. Busco llevar al para triatlón chileno a unos Juegos Paralímpicos. Para eso entreno día a día”, enfatiza.
Claro que también hay elementos familiares que lo mueven. “Esto es un paso también para estar cerca de mi mamá. Para que ella, Dios mediante, pueda venirse pronto. Es lo que más anhelo hoy, poder tenerla cerca. Sé que con esto me la puedo traer y eso me tiene feliz”, remarca. “Hablé con ella ayer y está súper emocionada. Está feliz, porque sabe que esto nos acerca a ese momento. Quiero poder darle un abrazo y estar con ella en este gran país que nos está abriendo las puertas”, añade.
¿Y cómo avanza en el para triatlón? “Hoy formo parte de la selección. Hace tres semanas quedé bronce en una competencia panamericana en Colombia. Estuve entre las banderas premiadas. Llevé a Chile al podio de premiaciones”, indica.
Finalmente, Ortega no olvida a quienes lo han ayudado en sus casi dos años en Chile. “Le agradezco a la diputada Érika Olivera y su equipo, al congreso, a la cámara de Deportes y al Senado, que este martes aprobaron está nacionalidad. También le agradezco al pueblo de Chile y a todas las personas. Hay mucha gente que me ha tendido su mano. Si me pongo a nombrarlos, terminaría la lista... le agradezco a Alberto Maresma, que desde el día uno me abrió las puertas de su casa. A Mijail Bonito. Y nuevamente a la diputada, por su tremendo corazón”, cierra.
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