Socialismo Democrático levanta alarmas a La Moneda por amenaza de sectores de AD para modificar acuerdo constituyente
Dirigentes del PS, PPD, PR y PL se reunieron este jueves con el jefe de gabinete del Mandatario y transmitieron un malestar que se viene instalando en sus filas: que las eventuales modificaciones al proyecto que se tramita en el Congreso -que han sido anunciadas por sectores oficialistas como el PC y Comunes- complican su viabilidad y fragilizan el clima entre los firmantes del pacto.
Hasta La Moneda llegaron este jueves en la mañana dirigentes de los partidos que integran el Socialismo Democrático para reunirse con el jefe de gabinete del Presidente Gabriel Boric, Matías Meza-Lopehandía.
Natalia Piergentili (PPD), Paulina Vodanovic (PS), Patricio Morales (PL) y Leonardo Cubillos (PR) estuvieron en la cita, que si bien estaba en carpeta hace algunas semanas, se vio teñida por la contingencia: la incomodidad que existe en la centroizquierda por la forma en que sectores de Apruebo Dignidad están enfrentando la tramitación de la reforma que pretende viabilizar un nuevo proceso constituyente y que avanza en la Comisión de Constitución del Senado.
Si bien el tema principal de la reunión fue el reordenamiento que alista el gobierno a nivel de seremías debido a la disconformidad que existe por los desequilibrios en las nominaciones, según quienes conocieron del encuentro, los dirigentes también aprovecharon de transmitirle a la mano derecha del Mandatario su inquietud sobre el hecho de que sectores del PC y Comunes estén amenazando con -una vez que llegue a la Cámara de Diputados- introducirle modificaciones de fondo a la moción parlamentaria redactada en base al acuerdo al que concurrió con su firma todo el oficialismo, incluyendo Apruebo Dignidad.
“Lo importante es que esto no se caiga y lo que están haciendo el FA y el PC fragiliza el clima”, dice uno de los conocedores del tenor del intercambio con Meza-Lopehandía, destacando que es necesario que el gobierno ordene a sus filas.
En el Socialismo Democrático, de hecho, hay algunos personeros que tienen una visión crítica sobre el rol del Segundo Piso: aseguran que no contribuyen a ordenar las filas en Apruebo Dignidad y que esa es una tarea en que, justamente, tendría que influir Meza-Lopehandía. Si bien las mismas fuentes reconocen que esa es una labor que también tienen que tener las ministras del comité político, Ana Lya Uriarte (Segpres) y Carolina Tohá (Interior), recalcan que ellas ya han contribuido a mejorar las relaciones con el Congreso y en “apagar” otros puntos de conflicto.
Por lo mismo, según algunas versiones, durante la cita se transmitió el malestar por el desorden de la coalición aliada.
Según las mismas fuentes, La Moneda ha transmitido, que comparten la necesidad de que se actúe de la forma lo más unitaria posible y se evite tensionar de manera innecesaria la tramitación del pacto, sobre todo, porque los tiempos son acotados y los partidos deben tener inscritos a sus candidatos -hasta ahora- el 7 de febrero.
El propio Presidente Boric ha dicho públicamente que el acuerdo debe respetarse, pese a que no es el que ellos y sus adherentes hubiesen querido. Anoche, en entrevista con Vía X, el Jefe de Estado recalcó que “en política uno no siempre logra el 100% de lo que quiere, y tiene que incorporar las visiones de quienes piensan distinto a uno, y por lo tanto llegar a acuerdos. (...). El acuerdo constitucional es un ejemplo claro en eso, pero yo insisto: prefiero tener un acuerdo que no me deje 100% satisfecho, que sencillamente decir ‘yo defendía hasta el final lo que creía y, sencillamente, no cambié nada”.
El Mandatario, en la misma línea, indicó que con la derrota en el plebiscito del 4 de septiembre “era inviable políticamente repetir exactamente lo mismo”.
El problema es que, según el Socialismo Democrático, esa mirada no la tiene la coalición de origen de Boric. De hecho, existe un sentir compartido entre las fuerzas que lo componen: tras la firma del “Acuerdo por Chile” -dicen- ha sido ese bloque el que ha defendido su estabilidad y una tramitación legislativa sin traspiés ni contratiempos, mientras que algunas fuerzas de Apruebo Dignidad han hecho lo contrario.
Hasta ahora, Comunes ha señalado que “creemos que existen excesivos elementos de tutelaje que restringen el debate democrático” y que esperan “disputar y mejorar lo que sea necesario para que el proceso tenga como protagonista a la ciudadanía”, mientras que el PC ha dicho que si bien respetará la palabra empeñada, hay cuestiones que podrían perfeccionarse.
Parte de esa “grieta” entre las dos coaliciones de gobierno -de hecho- quedó de manifiesto el lunes en el comité político ampliado, en un intercambio entre Piergentili y el secretario general del PC, Lautaro Carmona, cuando este último señaló que lo que su partido ha defendido -haciendo alusión a las intenciones de hacer indicaciones- son convicciones y no señales a la “galería”, como había deslizado la titular del PPD en un momento en la cita.
Incluso -y por el lado del gobierno-, fue la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, quien “llamó al orden” y planteó que no hay necesidad de poner en tensión el acuerdo alcanzado con propuestas de modificación que no tienen piso.
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