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La reconversión de los carteles en México y sus nuevos "negocios"

A pesar de la reciente condena perpetua a Joaquín "el Chapo" Guzmán, al menos 180 organizaciones criminales están vigentes y no solo se dedican al tráfico de drogas.

PoliciaMexicoWEB

En diciembre de 2006, el expresidente mexicano Felipe Calderón declaró "la guerra contra el narcotráfico". Respaldado por Estados Unidos, militarizó las operaciones, lo que desató la violencia en el país que en los años siguientes alcanzó cifras récord de asesinatos. Para el final del sexenio de Calderón, se cifraban en 130 las agrupaciones de crimen organizado, las que hoy, según los expertos, superarían las 180.

Para Martín Barrón, investigador mexicano del Instituto Nacional de Ciencias Penales de México (Inacipe), actualmente los principales carteles del narcotráfico en México son el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el cartel de Sinaloa, el cartel del Golfo, Los Zetas, Los Beltrán Leyva. Mientras que más disminuidos aparecen la Familia Michoacana, los Caballeros Templarios, el cartel de Tijuana o de los Arellano Félix y el cartel de Ciudad Juárez (ver infografía).

"Hay que ver a los carteles como una gran empresa. Por ejemplo, en el cartel de Sinaloa, Ismael "el Mayo" Zambada estaría a cargo de la producción de marihuana y amapola; Juan José "el Azul" Esparragoza es el presunto responsable de los acuerdos con otros grupos y la distribución; Joaquín "el Chapo" Guzmán era el encargado de la parte logística, transporte, ventas y cobros (por eso era la cara visible); mientras que a Rafael Caro se le atribuyen una serie de funciones", aclara Barrón.

A la llegada al poder del Presidente Enrique Peña Nieto en 2012 se mantuvo la tónica "antidrogas" en México. En 2015, según el diario El País, en la lista de los líderes del crimen organizado figuraban 122 "objetivos prioritarios", de los cuales 82 fueron detenidos, 14 asesinados y 26 se mantenían prófugos.

Algunas de las cinematográficas caídas de "los narcotraficantes más notorios de México", como señaló CNN, fueron las de Héctor Beltrán Leyva, detenido en 2014 y fallecido en 2018 de un paro cardíaco. Miguel Ángel "Z-40" Treviño Morales, líder de Los Zetas, en tanto, fue arrestado en 2013 y extraditado a Estados Unidos en 2018. Mario Cárdenas Guillén, heredero del cartel del Golfo, fue capturado en 2012, mientras que Benjamín Arellano Félix, del cartel de Tijuana, se declaró ese mismo año culpable en una corte de Estados Unidos.

El caso más reciente, Joaquín "el Chapo" Guzmán, extraditado a EE.UU. en 2017 y condenado el miércoles pasado a cadena perpetua, ya se encuentra en la prisión de máxima seguridad en Florence, Colorado. Sin embargo, dos de sus "narco" compañeros, "el Mayo" Zambada y Rafael Caro, todavía encabezan la lista de los más buscados del FBI. Zambada nunca ha pisado una cárcel y su estrategia para evitar su captura sería mantener un perfil bajo y moverse constantemente.

A pesar de las detenciones, han surgido nuevos grupos delictuales que han reconvertido y expandido sus negocios, a medida que los delitos relacionados al narcotráfico aumentan sin control en México. En la reciente lista del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, cinco de las seis ciudades más peligrosas del mundo eran mexicanas.

Los secuestros alcanzaron su nivel más alto en 2003, cuando se registraron 1.688 casos, para luego tender a la baja. Sin embargo, en el primer cuatrimestre de 2019 hubo 530 personas privadas de libertad, un alza del 23,8%, según el diario El Universal. En tanto, en 2017 las denuncias por extorsión alcanzaron 5.814 casos por cada 100 mil habitantes.

Clanes y nuevos delitos

A raíz de la caza a los principales líderes narcos en México, los analistas de seguridad señalan que los carteles sufrieron una modificación en la organización interna, ya que las capturas importantes generaron fracciones que derivaron en la formación de células criminales.

En algunos casos, la organización pasó de ser vertical, con un cabecilla, a ser horizontal para repartir el control. A pesar de esto, al menos cuatro grupos (el cartel de Sinaloa, el cartel de Tijuana, el cartel de Juárez y los Beltrán Leyva) son familiares, por lo que los hijos o parientes de los líderes van asumiendo el control. Así, se diferencian de grupos integrados por exmilitares, como Los Zetas, uno de los más sangrientos, que tiene acceso a armas de grueso calibre. Además, están Los Caballeros Templarios que, según Barrón, tienen orígenes "pseudorreligiosos".

Durante los últimos años, el negocio de los narcotraficantes se ha extendido y no solo a la comercialización de nuevas drogas, como el fentanilo, sino a nuevos negocios como el "huachicoleo", como se conoce al robo y venta de combustible. Es la principal actividad de José Antonio "el Marro" Yépez Ortiz, líder del cartel de Santa Rosa de Lima.

"Hay muchas adaptaciones en los carteles. La fragmentación y la diversificación de crímenes fuera del tráfico de drogas es una tendencia. Hay un aumento de extorsiones, chantajes, secuestros, tráfico humano y de armas, lavado de dinero, robo de combustible y automóviles, cibercrimen y otros", señala a La Tercera Bruce M. Bagley, profesor de la U. de Miami.

La trata de personas aumentó ante el alza de la migración ilegal, mayoritariamente de ciudadanos centroamericanos que llegan a México intentando cruzar hacia EE.UU. Hasta el momento, el Presidente Andrés Manuel López Obrador no ha centrado su política en la lucha contra los "narcos" como sus antecesores, pero tras la creación de la Guardia Nacional, los carteles serían uno de los principales retos de su mandato.

Click en la infografía para ampliar

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