Que no se le puede mirar a los ojos. Que no le importa dejar a seres amados con tal de lograr sus objetivos. Que está obsesionada con la juventud. Que usa a los hombres. Esos son sólo algunos de los mitos con los que Madonna llega este martes a Santiago, para ofrecer sus esperados conciertos el miércoles y jueves. Una carga de fama y publicidad que, al parecer, no está tan alejada de la realidad, de acuerdo con Mary Cross, escritora y académica que en 2007 publicó una biografía de la cantante,  llamada simplemente Madonna.

"Me atrevería a decir que su tremenda ambición y disciplina -ella nunca se vio arrastrada por las drogas o el alcohol-, además de su constante búsqueda por adulación tras la muerte de su madre, es la receta que la ha llevado a mantenerse vigente", escribe a La Tercera Mary Cross, desde Estados Unidos. La autora enfatiza que la propia artista ha dicho que "su 'voluntad de hierro' y 'terrible miedo a ser mediocre' es lo que la motiva". "Ella es una genio en publicitarse a sí misma; además, puede leer al público y la cultura del momento y se adapta rápidamente. Para las generaciones jóvenes representa a una mujer fuerte que no teme a ser sexual, poderosa y a expresarse", añade.
Pero toda la marca en la historia del pop que ha dejado Madonna tiene su inicio. Aquella mítica partida de Michigan a Nueva York con unos pocos billetes en el bolsillo, esperando lograrlo todo, según Cross, se enmarca probablemente en un espíritu rebelde, "frente a su padre conservador y a la Iglesia Católica. Sin embargo, esas dos fuentes le dieron un set de valores a los que ella está regresando".

TEMORES LATINOS
Mary Cross señala que, pese a esa seguridad y discurso articulado que entrega en cada una de sus entrevistas, la cantante tiene una faceta bastante frágil. Entre sus miedos está la mediocridad y la muerte y "su mayor temor es ser abandonada".

En esta búsqueda de lazos ha tenido una saga de relaciones con mujeres y hombres. "Es difícil decir qué busca Madonna en el campo amoroso. Pero ella tiene preferencia por los latinos, como Carlos León, el padre de sus hija Lourdes, y ahora el beisbolista Alex Rodríguez. También le atraen las figuras hollywoodenses, como Warren Beatty". Y a la hora de definir cuál fue el amor en su vida, la autora se remite a las propias palabras de la "diva del pop", quien ante las cámaras de su propio documental A la cama con Madonna (1991) confesó: "Sean Penn". Este ex marido, que después de años ha reaparecido en su vida, escribiéndole durante el rodaje de su película Milk y hace unas semanas compartiendo una velada.

Pero el romance ha quedado relegado frente a su carrera, apunta la escritora, optando por ser egoísta para "ser exitosa. Al final, todo se trata de Madonna, pregúntenle a Guy Ritchie (padre de su hijo Rocco y  de quien se acaba de divorciar)".

NUEVAS AMBICIONES
La etapa en que arriba la intérprete está marcada por las contradicciones. Mientras asiste a seminarios espirituales, parece que está, más que nunca, preocupada de proyectar una imagen rejuvenecida, perenne. "Bueno, ella acaba de cumplir 50 años en agosto y eso tiene que ver mucho con esa última obsesión. Pero también hay que ver que la escena pop está llena de 'lolitas' de 20 años y eso significa una gran competencia".

Un tema que la intérprete de Like a virgin trata de contrastar con el desarrollo, casi profesional, del Cábala (una disciplina que estudia el lado místico del judaísmo). "Su interés por este tema es real, aunque en un inicio partió como rebelión a sus enseñanzas católicas, las que encuentra dominantes. A ella le gusta la libertad que entrega el Cábala y su mensaje", detalla la autora de la biografía.

Este estudio espiritual, al que también arrastró a Guy Ritchie, también ha sido matizado por la estrella pop con un trabajo solidario concreto. Adoptó a un hijo en Africa y está dedicada a labores sociales en la región. "Ella se 'encontró' con Malaui y acogió a este país como su causa personal, para ayudar a los niños. Por eso adoptar a uno de los huérfanos es parte natural de este plan benéfico".

Para Mary Cross, todos los sueños y objetivos profesionales, sociales y familiares se han cumplido para Madonna, "excepto uno: encontrar a su alma gemela".