Histórico

Bramidos de un revolucionario

Acaba de reeditarse uno de los libros menos conocidos del poeta Pablo de Rokha, Idioma del mundo (Das Kapital), muestra de su prodigiosa y violenta prosa para delatar el horror de la historia universal y especialmente de Chile. Un texto que hoy parece tan profético como documental.

Pablo de Rokha (1894-1968) llevó una vida intensa como poeta y escritor, como marido y padre, como amigo y enemigo. Desde su juventud en Talca se rebeló contra el provincianismo y la pacatería; desde que surgió con el poemario Los gemidos, en 1922, y se consolidó con Escritura de Raimundo Contreras, fue protagonista de la escena literaria chilena como un vanguardista independiente, extraordinariamente original y verborrágico que, en palabras de Carlos Droguett, se remite siempre a un Chile "rural y medieval". Fue también un actor político de izquierda, sirvió de embajador americano para los primeros gobiernos radicales y criticó sin tregua las injusticias sociales.

De Rokha fundó su propia editorial, Multitud, en la que publicó casi todos sus 38 libros, además de una revista en la que arengaba a favor de la estética revolucionaria y popular. Se cuenta que él mismo iba por los pueblos de Chile vendiendo sus antologías, gruesos volúmenes en los que probaba, por ejemplo, haberse adelantado a la corriente de la conciencia y la experimentación del lenguaje del Finneganns Wake de Joyce. Era un poeta de fuste que mantenía viva la polémica: publicó un libro contra Neruda y otro a favor del Ejército Rojo de Moscú. En todo orden era prolífico: junto a su mujer, la también poeta Winnétt, formó una familia de nueve hijos, entre los que destacaron los artistas Lukó y Pablo, y el poeta Carlos. Estos dos últimos murieron trágica y repentinamente, agobiados por una intensidad mental y creativa similar a la que animó a su padre; como ellos, al final él también sucumbió: en 1968, tal como lo había hecho a comienzos de año Joaquín Edwards Bello, se pegó un balazo.

Al momento de publicar Idioma del mundo, en 1958, De Rokha ya era viudo y hacía poco había escrito el estremecedor poema de duelo Fuego negro. Aún con ese dolor, e impregnado de odio contra el orden burgués, suelta en el libro una prosa abigarrada y violenta que quiere destruir la historia. Está contra todo, se ensaña con la humanidad completa para vislumbrar una nueva creación, desde las tinieblas del origen hasta la bomba de Hiroshima: habla de emigraciones, de comercio, de guerra, de destrucción. Chile es ahí primero "La república asesinada": "Entonces el arriero caerá en cuatrero y el obrero se fatalizará con el cuchillo, porque la miseria lo rodea de culebras o enredaderas de veneno desde la cuna a la tumba, (…), la inmundicia del patroncito recogida en billete roñoso por debajo del ser humano, relampaguea; cuando muy viejo, el servidor va a dar a las cunetas como la basura o el animal inutilizado; la gran infancia tuberculosa es el ejemplar del futuro, por asesinos y caballeros de industria rural elaborado en orfelinatos". Al final Chile es la "Oceánida", la patria de una utopía triste, en el mar cuyo futuro esplendor se ve difícil, regentada por el poeta de Isla Negra, envilecido por la forma en que se "envenena la naturaleza litoral". Las palabras fuertes y libres de De Rokha suenan a profecía y a horror, no a delirio personal.

Forman un documento que sirve para comprender tanto a un poeta sin comparación como al lenguaje y la historia de Chile.

Idioma del mundo

Pablo de Rokha

Das Kapital, Santiago 2010

295 páginas. $ 6.000

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