Una mujer canadiense de 34 años de edad, Penny Boudreau, fue condenada hoy a cadena perpetua por asesinar a su hija de 12 años después de que su novio le diese a elegir entre la niña o él, informó la prensa local.

El cuerpo congelado de Karissa Boudreau fue encontrado el 9 de febrero del 2008 en Bridgewater, una pequeña localidad de la provincia de Nueva Escocia, dos semanas después de su desaparición.

El caso de Karissa conmovió a todo el país cuando su madre apareció desconsolada en distintas cadenas de televisión, implorando por el regreso de su hija.

Pero la policía empezó a sospechar de la inocencia de Penny Boudreau y organizó una operación encubierta en la que algunos agentes se hicieron pasar por criminales dispuestos a destruir posibles evidencias que las autoridades tuviesen contra ella.

Boudreau finalmente reconoció ante los supuestos criminales que había asesinado a su hija estrangulándola con una cuerda y que había arrojado su cuerpo a un río.

Añadió que su novio le había dado un ultimátum en el que, para salvar su relación amorosa, tenía que elegir entre Karissa o él.

Penny Boudreau confesó el asesinato después de que la policía revelase la grabación en la que describía la muerte de Karissa ante los supuestos criminales.

Boudreau ha sido la única persona sentenciada por la muerte de Karissa ya que la policía determinó que su novio, Vernon Macumber, no tenía conocimiento de las acciones de su compañera.

Tras ser sentenciada, Boudreau se limitó a decir "lo siento".