Carey Mulligan, una actriz al borde del estrellato
La actriz británica nominada al Oscar participa en Wall street 2, que se presentó en Cannes.

Terminado un año en el que fue postulada a un Oscar por el drama británico Una enseñanza de vida (An Education), la actriz Carey Mulligan se presenta en Cannes como la hija de un icono de los 80 de quien se encuentra distanciada: Gordon Gekko (Michael Douglas) en la cinta de Oliver Stone Wall Street: El dinero nunca duerme.
La continuación de Wall Street se estrenó el fin de semana en Cannes, el más reciente paso en el rápido ascenso de Mulligan a la fama mundial. Aunque tiene otro filme bajo la manga con su buena amiga Keira Knightley, Mulligan no se apresura a aprovecharse de su estatus de estrella.
"No he trabajado desde que terminamos Wall Street y no tengo ningún plan", dijo Mulligan, quien cumple 25 años la próxima semana. "Sólo estoy tratando de conseguir un buen papel, y no quiero lanzarme a hacer algo que ya he hecho antes".
Mulligan tenía dos años cuando Wall Street salió en 1987, estableciendo a la víbora financiera Gekko como el rostro de la avaricia de los 80. Con Douglas nuevamente en el papel de Gekko -un corredor de bolsa corrupto recién salido de prisión, quebrado y privado de la compraventa de acciones-, la segunda parte muestra a Mulligan como su hija Winnie, quien no quiere saber nada de él.
La idealista Winnie Gekko trabaja para un sitio web sin fines de lucro dirigido a exponer casos de corrupción. Pero no ha roto del todo sus lazos con Wall Street. Su prometido -interpretado por su novio en la vida real, Shia LaBeouf- es un astro emergente en una casa de inversiones que cae en las garras de su futuro suegro al tiempo que intenta una reconciliación entre padre e hija.
LaBeouf se dio a la tarea de investigar, aprendiendo el ajetreo del oficio, pasando tiempo con inversionistas millonarios e incluso llamando sin previo aviso a potenciales clientes. "Oliver no me hubiera dado el trabajo de otro modo", dijo LaBeouf.
"Nunca tuve ningún interés en las finanzas", dijo la actriz. "Quizás si hubiese crecido en otra familia, pero probablemente me parece un poco demasiado desagradable como para involucrarme".
En su preparación para dar vida a la idealista Winnie, Mulligan pasó tiempo con activistas de grupos como MoveOn.
"Vi un lado realmente esperanzador. Te hacen sentir mal porque te pones un vestido para ganarte la vida mientras ellos están tratando de cambiar el mundo", expresó Mulligan. "Pero le vi un lado muy positivo a esto: no estaba en el mundo financiero. Vi personas tratando de dar, no de tomar".
El interés de Mulligan en la actuación comenzó a los 6 años con obras de la escuela, que continuaron en su adolescencia. Tras graduarse se dispuso a seguir una carrera dramática y consiguió papeles en las tablas londinenses y la televisión británica.
Su primer papel en el cine fue en el drama de época de 2005 Orgullo y prejuicio, con Knightley. Ambas se han hecho buenas amigas y se reunieron para Never Let Me Go, de próximo estreno.
Una enseñanza de vida hizo de Mulligan una estrella y postulante al Oscar como mejor actriz por su papel de adolescente precoz involucrada con un hombre mucho mayor que ella. Sus créditos también incluyen Enemigo público con Johnny Depp y Hermanos, con Natalie Portman, Jake Gyllenhaal y Tobey Maguire, de próximo estreno.
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