Kuate es una border collie de dos años y medio que acaba de ser madre de cinco cachorros. El padre, nacido en Nueva Zelandia, es campeón de varios torneos internacionales y vive en Argentina. Las dueñas de ambos perros acordaron una cruza con la ayuda de un centro especializado en criopreservación y reproducción canina y en septiembre pasado, cuando el macho estuvo en Chile, se le extrajo semen, el que fue congelado hasta que Kuate estuviera en celo. Cuando eso ocurrió, se descongeló y fue inseminada sin contacto físico.

La inseminación artificial canina se realiza desde hace años en Chile, sobre todo a nivel de criadores, pero la posibilidad de congelar y descongelar células para una cruza a la espera del mejor momento para la hembra, genera más facilidades para los dueños de estos animales.

El único banco que congela y mantiene muestras de semen de perros en el país es Clone Chile, un centro de criopreservación y reproducción canina que tiene la franquicia de la estadounidense Clone, y que atiende a criadores y particulares.

Claudio Rivera, técnico veterinario y encargado del banco, dice que gracias a las últimas técnicas de reproducción, hoy se puede preñar con éxito a perras adultas (más de seis años) y a aquellas con dificultades. Con los machos, se puede congelar muestras de semen de forma indefinida a 196 grados bajo cero en nitrógeno líquido, exportar e importar estas muestras, extraer semen de perros que no lleven más de 36 horas muertos y mantenerlas hasta que el dueño decida que quiere tener perros de la mascota fallecida. En todo el proceso, también cuentan con sustancias que mejoran la calidad del semen de perros viejos o enfermos.

Inseminación artificial

Carolina Tapia, dueña de Kuate, decidió inseminarla porque "los machos que hay en Chile son parientes y otros tienen problemas de cadera", por lo que para cuidar la raza buscó un perro campeón y sano.

Con el banco también se puede comprar muestras de semen de perros que ya estén congeladas o importar desde el extranjero y mantenerlas criopreservadas hasta el momento adecuado de la perra. Un proceso que es más barato que enviar el animal al extranjero o pagarle a un perro macho la estadía en Chile.

Rivera explica que antes de inseminar a una perra, es necesario conocer el estado de salud general del animal y hacer un estudio hormonal para saber en qué etapa del ciclo reproductivo está y así "cargar" a la hembra en el momento exacto.

El semen del perro puede estar congelado, refrigerado (dura 72 horas) o fresco si es que el macho puede concurrir a la clínica. Mantener las muestras congeladas en el banco cuesta 40 mil pesos por un año y el proceso de inseminación -dependiendo de lo complejo- desde 25 mil hasta 180 mil pesos.