Histórico

Crítica de cine: Mi nombre es John Lennon

<br>

John es un adolescente normal, que vive en un barrio obrero de Liverpool bajo la tutela
de sus tíos. Odia el colegio, fuma en las esquinas, sueña con muchachas y tararea las
canciones de la radio. Forma una banda con un par de amigos y, lento pero seguro,
lo que era una manera de atraer chicas le empieza a parecer una forma de entender el
mundo.

Basada en la memoria de una hermanastra de Lennon, esta película está en la misma
liga de Backbeat (1994): su idea es contar los orígenes del universo Beatle antes que el
grupo cambiara para siempre el mundo del pop.

Interpretado por Aaron Johnson (el flaco nerd de Kick-Ass), John Lennon se asoma
acá como un tipo normal y sensato, aunque ansioso de estímulos que su entorno
era incapaz de generar. En ese sentido, la película tiene un discurso, un mapa y un
programa. Eso la hace redonda y correcta, pero también le quita vuelo como cine
más allá del simple retrato psicológico. Es una cinta interesante –imprescindible para
fanáticos del personaje- pero lo que aporta por el lado de la desmitificación lo pierde a la
hora del impacto emocional.

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

¡Oferta especial vacaciones de invierno! ❄️

Plan digital $1.990/mes por 4 meses SUSCRÍBETE