En un pequeño lago de Arizona, un sismo abre una fisura que suelta a miles de pirañas hambrientas, justo cuando cientos de jóvenes  celebran sus vacaciones en el lago. La excusa  perfecta para un festín masivo de gore, cuerpos mutilados y chiquillas ligeras de ropa. A pesar de lo brutal de su premisa, hay que decir que Piraña 3D es pura diversión estival. Su director, el francés Alexandre Aja (Alta Tensión), maneja a la perfección los guiños del género y recrea una película que tiene olor a parodia y a verano. Aquí hay homenajes y humor. La secuencia inicial con Richard Dreyfuss, ícono de Tiburón, o el científico loco que compone Christopher Lloyd son tributos al imaginario pop. Considerando que el 3D está bien manejado y que hay buenos efectos especiales, sería un despropósitoen verano pedir más.