Histórico

"El terror es un género fantástico para que los cineastas muestren sus habilidades"

Ha sido consagrado como el nuevo rey del horror en Hollywood, gracias a sus sagas de El juego del miedo y la muy exitosa El conjuro, que hoy estrena su segunda cinta.

Esa escena: la del muñeco-payaso, que está en la silla y luego, abajo de la cama. La escena, que sigue dando pesadillas a quienes vieron Poltergeist de niños, es la misma que marcó a quién hoy se ha convertido en el maestro de hacer gritar audiencias, James Wan (39). "Vi Poltergeist a los 7 años y me marcó. Ese muñeco me aterrorizaba, esa secuencia es lo mejor", dice el director de El conjuro y, ahora, El conjuro 2, sentado en un salón del hotel Four Seasons de Los Angeles. Pequeño y delgado, Wan suelta una carcajada cada dos frases. "La otra película de miedo que me marcó de niño fue Tiburón. Pero quizás la que más me gustó en la adolescencia, y que me hizo tener ganas de hacer películas, es Terminator. Soy fan de James Cameron".

Como Spielberg, como Cameron, James Wan saltó a la fama con una película creativa de escaso presupuesto, que luego transformó en una exitosa franquicia: El juego del miedo (2004). Con El conjuro (2013), inspirada en los demoniólogos y espiritistas reales Ed y Lorraine Warren, Wan terminó por convertirse en un nuevo amo de la taquilla, recaudando más de US$300 en todo el mundo; en Chile la cinta es la más vista del género de horror en la historia. Además, El conjuro tuvo buena crítica, lo que resaltaba la artesanía del horror de Wan, al servicio de dar infartos a la audiencia. Luego vino Rápido y furioso 7, donde comenzó a manejar presupuestos estratosféricos. Después de El conjuro 2, se hará cargo de un nuevo superhéroe fílmico de DC, Aquaman.

¿Lo marea incorporarse a esa envergadura de superproducciones?

Hice Rápido y furioso 7, y hasta entonces solo había hecho películas que yo había creado. Tenía que ser respetuoso con la saga, tenía que seguir ciertas reglas. Así que extrañé tener la libertad de antes, y por eso también volví a El conjuro. Mirando hacia adelante, me tengo que asegurar de hacer las películas a mí manera, y si no puedo, no sigo. Quiero hacer las películas grandes, pero con mi visión.

Aunque en un principio Wan sólo produciría El conjuro 2, se sumó como director, y Vera Farmiga y Patrick Wilson retomaron sus papeles como el matrimonio Warren. Aunque la cinta parte con una breve versión del famoso caso de asesinatos en Amityville, se centra mayormente en el caso de Enfield, en Inglaterra, donde los Hodgson, una madre y cuatro hijos, son aterrorizados por una presencia sobrenatural en la casa; una de las niñas, Janet, es poseída por un espíritu. El caso ocupó titulares de diarios, obtuvo su propio documental de la BBC, y ahora es revivido por la cinta, en donde Wan aprovecha de jugar a la casa embrujada.

La película da una sensación de terror retro, en tiempos de abuso de efectos digitales.

Mis películas simplemente se ven así (carcajada, una de muchas). Mi estilo es muy clásico, aspiro a eso. Soy muy fan del purismo al hacer cine. Y eso es sobre todo con las cámaras, la iluminación. Acá la historia es de época, en los 70, así que la combinación le da esta especie de sabor retro. Encaja bien. Porque no me habría gustado hacer una película muy estilo videoclip.

¿Por qué escoger el caso de Enfield, siendo que los Warren tienen tantos?

Quería elegir un caso único. Y Enfield se sentía natural, porque se parece un poco a Amityville: son casos altamente documentados, con una locura mediática a su alrededor. Esto conlleva mucho escepticismo también. La dinámica es interesante. Una de las cosas que yo y los guionistas queríamos era hablar con las personas a las que les pasó esto. Entrevistamos a la verdadera familia Hodgson. Obviamente hablamos con Lorraine Warren. Para no sólo saber lo que les pasó, sino que me interesaba el impacto emocional. Y con Lorraine era importante además saber sus historias con Ed, su marido.

De hecho, esta película tiene una especie de historia de amor.

Exactamente. Pude jugar con eso: ¡hacer una historia de amor y esconderla dentro de una película de horror! (carcajada). No quería que fuera simplemente otra película de terror.

¿Qué pasó cuando la familia Hodgson fue al set?

Es una sensación rara, porque es su vida. Pero también soy un cineasta y me tomo licencias artísticas. Es Hollywood, necesitas que sea entretenido. Creo que para ellos fue muy emotivo ir al set, porque sufrieron mucho con este caso. Me preguntan mucho si les creo: mi corazón está con ellos, y creo que eso me ayuda para contar la historia. Creo que ellos de verdad creen que esto les sucedió, y eso los ha afectado hasta hoy.

El género del terror se mira muchas veces en menos. ¿Siente que ha aportado una nueva mirada?

Creo que el terror es un género fantástico para que los cineastas puedan mostrar sus habilidades. Es un género de directores. Te deja jugar con todos los aspectos del oficio: mover la cámara, el maquillaje, los actores, el sonido y la música. A los críticos siempre les gustan las películas de terror independiente. Pero generalmente miran mal a las películas de terror de grandes estudios. Y con razón, por el tipo de producto que se estrena. Soy un fan de los filmes de horror hechos por grandes estudios en el pasado, y me gustaría ayudar a llevarlo de vuelta a eso. Ojalá abra puertas para otros directores, que entren al sistema de estudios y hagan las películas que quieren hacer. Tener la libertad creativa y el apoyo financiero. Así tendremos mejores películas, y se puede elevar el nivel del género completo.

¿Veremos El conjuro, 6, 7, 8? Casi como Rápido y Furioso.

Si Vin Diesel llega a El conjuro, con un auto podría atropellar a los fantasmas. Sería grandioso. Veremos cómo nos va con esta.

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