El operativo para socorrer al cabo segundo Cristián Martínez Badilla (27) quedó plasmado en las comunicaciones radiales que la Central de Comunicaciones de Carabineros (Cenco) registró la noche del martes 11 de septiembre.

En ellas, se escucha el diálogo para auxiliar al policía tras el balazo que recibió cuando se encontraba en la esquina de calles San Luis y Manuel Antonio Matta, en Quilicura. Esta es parte de la comunicación interna de Carabineros que se registró a eso de las 23.40 del martes: "Tiene un impacto balístico en el pecho, Cenco. Es el oficial Martínez, de la 49 Comisaría".

En la comunicación, además, dice a "Comando y control (...) que hay un herido a bala, confirme para que explique el dispositivo. ¡Se nos va el cabo Martínez!", clama el oficial a cargo del piquete de policías atacados con armamento. En el mismo diálogo, se reconoce que el uniformado se encuentra "inconsciente, con herida de bala en el pecho".

Desde Cenco, en tanto, los operadores de radio piden tranquilidad tras el ataque que sufrió el "capa" (carabinero, en clave radial) lesionado: "Mantenga la calma, indique dónde presenta las lesiones el 'capa'", pide el controlador radial.

Frente a la gravedad de la lesión, y el intento de traslado del cabo Martínez al Servicio de Atención Primaria de Urgencia (Sapu) de Quilicura, desde Cenco se ordena que los refuerzos policiales se mantengan en su sitio y no ingresen al lugar del enfrentamiento armado para evitar nuevos heridos. Por esta razón, uno de los compañeros del malogrado policía clama por la radio: "¡Se nos va, se nos va, Cenco! Apuren, apúrense todo lo que puedan, por favor!".

Luego de esta comunicación, a eso de las 23.50 del martes, se dispuso el traslado del herido al servicio de urgencia para intentar estabilizarlo y luego trasladarlo hasta el Hospital de Carabineros (Hoscar).

En paralelo a la emergencia, el diálogo radial no cesa de alertar sobre nuevos focos de enfrentamientos y hechos de violencia que se registran en distintos puntos de la capital.

Una de las últimas comunicaciones revela los infructuosos esfuerzos para estabilizar al policía abatido. En ese mismo instante se ordena el aterrizaje del helicóptero en el estadio municipal, el cual queda sin efecto, debido a la muerte del cabo Martínez.