Cuatro mil jóvenes postulando a becas para posgrados en el extranjero y visas copadas para partir a Oceanía a trabajar como garzón o temporero no son casualidad. Tampoco que sobre los cielos nacionales vuelen paracaídas y alas delta, que en el verano las playas florezcan de surfistas o que las calles se conviertan en pistas para las más diversas tribus de patinadores en busca de adrenalina.

Pareciera ser que Chile es fértil para la aventura. Al menos así lo muestra un estudio encabezado por el sicólogo David Schmitt, de la Universidad de Bradley en Estados Unidos, que midió los cinco rasgos de personalidad identificados en el modelo del "Big Five": extraversión, afabilidad, minuciosidad, neuroticismo y apertura, entre estudiantes universitarios de 56 países. Y para sorpresa de muchos, los  chilenos fueron los que reportaron mayores niveles en el mundo de apertura a la experiencia.

Si bien son los hombres los que aparecen más innovadores, el nivel de las mujeres chilenas tampoco es bajo. Eso  quiere decir que en ambos géneros predominan los rasgos aventureros. Los entendidos coinciden en que esta característica estaría relacionada con la posición geográfica del país. "Estamos lejos de los centros de poder, acá las oportunidades faltan y para acceder a ellas es necesario arriesgarse", dice el sicólogo Borja Castro.

El cuestionario que respondieron los jóvenes el 2007, y que aún no se termina de procesar, es una larga encuesta con aseveraciones como "las novedades me entusiasman" o "tiendo a imponerme a otras personas", donde los evaluados deben señalar el grado de acuerdo o desacuerdo que tienen con cada una de ellas. El test original data de la década del 80 y para esta versión se aplicó en otros 55 países, se tradujo a 28 idiomas y encuestó a 17.837 personas.

El resultado del examen es el nivel que cada joven reporta de una de las cinco dimensiones de la personalidad.  "Todos tenemos un poco de cada una, lo importante es determinar en qué medida", aclara el sicólogo de la Universidad del Desarrollo, Patricio Ramírez.

CURIOSOS E INNOVADORES
En términos generales,  decir que los chilenos son los más curiosos e innovadores, resulta extraño. "Eso significa que es lo que los chilenos consideran de sí mismos, porque lo que el test mide es lo que el individuo autorreporta", explica Sonia Salas, doctora en sicología de la Universidad de La Serena y una de las responsables de aplicar el estudio en el país. Para ella, los resultados a nivel de personalidad se relacionan estrechamente con otras investigaciones, que muestran a los chilenos entre los más desapegados y favorables a romper compromisos.

TAN IGUALES Y TAN DISTINTOS
Uno de los resultados más llamativos del estudio de Schmitt es  la diferencia de los rasgos de personalidad entre hombres y mujeres. Entre los chilenos, ellas se distinguen por sus altos niveles de neurosis (ver página 5), sobrepasando a los hombres.

"Sobre las mujeres hay muchas demandas y sienten que no cumplen con todo lo que se pide", dice Sonia Salas. El sicólogo Marco Antonio Campos agrega que son comunes las consultas de mujeres por frustración, ya que "creen que existe un estándar de éxito, de cómo la vida debe ser, que a los 30 años hay que tener casa, trabajo, hijos y perro", señala.

En ese escenario, las chilenas no son las únicas con altos niveles de inestabilidad emocional, rasgo que mide el neuroticismo. Sólo en dos de las naciones estudiadas, Botswana (en África) e Indonesia (Asia) los hombres marcaron más alto que ellas en este aspecto.

Pero no todo es negativo. La investigación da cuenta de que ellas superan a los hombres en afabilidad, rasgo relacionado con la calidez y la generosidad, y minuciosidad, que se vincula con la capacidad de trabajo, la organización y la perseverancia.

En otro ítem, en el de la extraversión, pese a que los jóvenes locales figuran entre los 10 países menos extravertidos del mundo, ellos son levemente menos reservados que las mujeres. Algo que no deja de ser llamativo, ya que la tendencia mundial apunta a todo lo contrario:  los hombres marcan menos niveles que ellas en la dimensión ligada a la sociabilidad y el optimismo.

LOS EFECTOS DEL DESARROLLO
La investigación revela, además, que las diferencias entre hombres y mujeres se acentúa en la medida en que los países son más desarrollados.

Francia, por ejemplo, es la nación con mayores niveles de discrepancia. Allí las mujeres superan a los hombres en los cinco rasgos de personalidad, pese a tener altos niveles de equidad entre géneros. De hecho, según datos del PNUD, ese país ocupa el puesto 17 en el ranking de empoderamiento femenino, que mide el nivel de  independencia y de participación de las mujeres en cargos públicos.

Otros de los países que comparten altas distinciones de género son Holanda, República Checa, Brasil, Bélgica e Italia. En el otro extremo, naciones de África y el Sudeste Asiático presentan niveles más bajos de distinción.

1. APERTURA A LAS EXPERIENCIAS
¿Le gusta estar bien informado, incluso en temas alejados de su ámbito de competencia?, ¿se entusiasma ante cualquier novedad? Si sus respuestas son afirmativas, es muy probable que sea una persona con altos niveles de apertura a las experiencias. Y no sería extraño, ya que los jóvenes chilenos ocupan el primer lugar del ranking de los innovadores entre los 56 países estudiados.

Quienes reportan alta puntuación en este aspecto se caracterizan por ser curiosos, creativos, innovadores, originales y con intereses muy variados. Aquellos que marcan bajos niveles en este aspecto son más bien convencionales, realistas y alejados de los intereses artísticos.

A nivel regional, los sudamericanos encabezan el ranking de abiertos a las experiencias y son los chilenos los que reportan el puntaje más alto en este ámbito del test. Al final de la lista se ubican los países asiáticos. Para Mikiko Saito (60), profesora japonesa que vive en Chile hace ocho meses, ellos son más tradicionales: por ejemplo, no suelen cambiar de trabajo a lo largo de la vida.

2. EXTRAVERSIÓN
Chile está entre los 10 países menos extravertidos de la tabla, ubicado en el puesto 46.

Extravertido es aquel que entabla conversaciones con facilidad, le cuesta permanecer quieto, es optimista y amante de la diversión. Según el estudio de Schmitt, es Oceanía el continente que reporta mayores niveles en este aspecto. Ellos se autoevaluaron como llenos de energía y entusiastas.

En el extremo opuesto se ubican los asiáticos, que de acuerdo con los resultados de este test, se caracterizan por ser reservados, sobrios, retraídos y dedicados al trabajo. Entre las aseveraciones incluidas en el test que permiten medir el nivel de extraversión, están "creo que soy una persona  activa y vigorosa", "soy conversador", o del otro lado, "soy reservado" o "soy tímido e inhibido".

3. AFABILIDAD
La dimensión de afabilidad evalúa la  característica  de una persona a lo largo de un continuo  desde la compasión hasta la rivalidad, la que se da tanto en sus  pensamientos como en sus acciones.

Si una persona puntúa alto en este aspecto, se caracteriza por presentar rasgos de generosidad,  confianza, indulgencia y credulidad, entre otros. Si por el contrario, obtiene puntajes bajos, mostrará tendencia a la desconfianza, suspicacia e irritabilidad.  Las proposiciones del test que identifican la afabilidad son, por ejemplo, "tiendo a tener problemas con los otros" o "soy generoso y ayudo a los demás".

A nivel regional, África resultó ser el continente más afable. Sudamérica está bastante más abajo y Chile ocupa el puesto 32 en el ranking.

4. MINUCIOSIDAD
Un caso curioso es lo que ocurre con el rasgo de minuciosidad o tesón, relacionado con la capacidad de trabajo, la puntualidad y el esfuerzo. Los punteros de la lista son los países africanos: República del Congo y Etiopía, entre otros, mientras que al final se ubican los asiáticos, como Japón y Corea. David Schmitt explica que ese resultado se debe a que el Big Five considera la autoevaluación que hace el sujeto. Por ello, culturas altamente autocríticas pueden valorar en menor grado conductas que para otras naciones serían destacadas.

Eso tiene que ver con que las aseveraciones son muy directas, por ejemplo, "soy minucioso con el trabajo" o "persevero hasta terminar una labor", por un lado, hasta "suelo ser descuidado o desorganizado". Chile se ubica en el noveno lugar del ranking en este aspecto.

5. NEUROTICISMO
Si se declara como depresivo y melancólico o reconoce que se pone tenso con frecuencia, lo más probable es que reporte altos niveles de neuroticismo en el Big Five.

Esta dimensión mide la estabilidad emocional del individuo. Aquellos que califican como más neuróticos, tienden a manejar con dificultad sus emociones y se caracterizan por ser preocupados, nerviosos, inseguros e hipocondríacos. Los sujetos con niveles más bajos de neuroticismo, en tanto, son relajados, no emotivos, seguros y fuertes.

De acuerdo con los resultados del test entre los 56 países revisados, los más neuróticos son los japoneses y los asiáticos en general llevan la delantera. Los sudamericanos se ubican tras ellos y Chile ocupa el lugar 21. Los más relajados de la tabla son los africanos.

¿SOMOS LO QUE CREEMOS?
Qué los alemanes son disciplinados y los brasileños relajados parece ser una verdad a toda prueba. Sin embargo, un estudio sicológico mostró que el estereotipo de una "personalidad nacional" y los verdaderos rasgos de sus habitantes pueden ser muy distintos.

En 2005 el sicólogo del Instituto Nacional de Salud de EE.UU Antonio Terracciano aplicó un test de personalidad a jóvenes de 49 países. A los mismos sujetos les hizo una encuesta breve para determinar cuales creían que eran los rasgos característicos de sus coterráneos. El resultado fue que en la mayoría de los casos, los resultados del examen sicológico diferían en gran medida de la percepción de las personas.

Sin ir más lejos, mientras los jóvenes chilenos consideraban que los habitantes del país eran poco minuciosos y dedicados a su trabajo, el test reveló todo lo contrario. Exactamente lo mismo ocurrió con el rasgo "apertura a la experiencia".