Desde 1918 hasta hoy, decenas de vehículos servido como transporte al primer mandatario de Estados Unidos. Símbolo de distinción, lujo y seguridad, el transporte presidencial ha evolucionado con el tiempo, si bien las marcas elegidas historicamente han sido Cadillac y Lincoln.

El primer transporte presidencial de Cadillac fue utilizado en 1918. Woodrow Wilson, 28º Presidente de EE.UU. recorrió Boston durante una celebración de la victoria estadounidense en la I Guerra Mundial. Diez años después le tocó el turno a Calvin Coolidge, quien se mantuvo fiel a la marca.

En 1938, Cadillac fabricó por vez primera, dos vehículos exclusivamente para la Casa Blanca. Se trataba de dos enormes descapotables, llamados "Queen Mary" y "Queen Elizabeth", por los transatlánticos de la época. Y es que realmente se parecían: pesaban tres toneladas y media, y medían 6,4 metros de largo. Estas fueron las encargadas de llevar a los Presidentes Franklin D. Roosevelt, Harry Truman y Dwight Einsenhower, si bien también se utilizaban indistintamente algunos Lincoln.

En 1953, Cadillac le entregó a Einsenhower un Cadillac Eldorado, quien lo usó en su desfile de investidura. Tres años después, en 1956, Cadillac reemplazó las limusinas anteriores por las nuevas "Queen Mary II" y "Queen Elizabeth II". Justamente, el "Queen Mary II" escoltaba el descapotable Lincoln Continental en el que se desplazaba John F. Kennedy el día en que fue asesinado.

El Presidente Richard Nixon y posteriormente Ronald Reagan, usaron Lincoln, aunque en 1983 Cadillac le entregó al ex actor una Fleetwood modificada. Un modelo similar usó George H. W. Bush, padre del saliente mandatario, entre 1989 y 1993.

Bill Clinton estrenó una nueva línea con el Cadillac Fleetwood Brougham, con mejoras en los blindajes y en motorización. También innovó en la exclusividad, pues hasta ese entonces, todos los modelos eran automóviles de serie con modificaciones para el presidente. Con Clinton se fabricó el primer modelo diseñado, desarrollado y equipado especialmente para la Casa Blanca, incluyendo un extenso set de medidas de seguridad, así como la confidencialidad del vehículo, lo que siguió así en adelante.

George W. Bush se movilizó también por la marca de los laureles, con una limusina que siguió la línea del Cadillac DeVille. Se usó desde 2001 hasta 2005, cuando comenzó a ocupar una nueva que mantenía el estilo de la línea DTS (en la foto).

Hoy la historia de Cadillac con Washington abre un nuevo capitulo gracias al denominado "Obamamóvil".

"Cadillac se enorgullece de proveer nuevamente la limosina presidencial" señaló Mark McNabb, vicepresidente de Cadillac. "Esta es una gran tradición americana que estamos encantados de renovar, con un vehículo completamente nuevo que presenta lo mejor de la tecnología y diseño de Cadillac".