La historia del príncipe saudita que donará US$ 32.000 millones a obras benéficas
Conocido como el "Warren Buffett árabe", el príncipe saudita Al Walid Ben Talal es dueño de un palacio de 371 habitaciones y 42.700 m2 en Riad, además de un Boeing747-400 y un Airbus A380.
Autoproclamado como el “Warren Buffett árabe”, el príncipe saudita Al Walid Ben Talal prometió donar tras su muerte toda su fortuna, unos US$ 32.000 millones, a proyectos humanitarios. Asegura que su decisión está inspirada en las actividades realizadas por la pareja formada por Bill y Melinda Gates.
En una conferencia de prensa en la capital saudita, Riad, el magnate de 60 años de edad, considerado el más rico de Arabia Saudita por la revista Forbes, explicó que esa donación irá destinada a la Fundación Humanitaria Al Walid para financiar obras benéficas, aunque no especificó cuándo se hará efectiva dicha donación. La fundación apoya sobre todo proyectos internacionales contra la pobreza.
"Este compromiso filantrópico de US$ 32.000 millones ayudará a crear puentes para la comprensión cultural, el desarrollo de las comunidades, el incremento de la autonomía de las mujeres, la promoción de los jóvenes, el suministro de ayuda en caso de catástrofes naturales y la creación de un mundo más tolerante", dijo el príncipe. "Esta donación será atribuida según un plan bien concebido a lo largo de los próximos años", pero sin límite en el tiempo, agregó.
Será "supervisado y administrado por un consejo de administración", afirmó el príncipe, que destacó que su compromiso continuará tras su muerte a favor de "proyectos e iniciativas humanitarias". Según la BBC, Al Walid ya había donado a su fundación US$ 3.500 millones.
Nieto del rey Salman, el príncipe Al Walid no ocupa ninguna función gubernamental. Divorciado y con dos hijos, estudió en Menlo College y la Universidad de Syracuse, ambos en Estados Unidos. Se dice que comenzó su imperio con tan sólo US$ 30 mil, regalo de su padre. La BBC destaca que es un príncipe occidentalizado y muy progresista en varios temas, especialmente en lo relativo a los derechos femeninos. De hecho, la mayor parte de su staff lo componen mujeres.
Célebre por sus extravagantes regalos (obsequió con 25 autos Bentley a los miembros de un equipo de fútbol de Arabia Saudita), en 2013 amenazó con boicotear a Forbes por subestimar su riqueza. En ese entonces el príncipe se quejó de ocupar sólo el lugar 26 en la lista de los más ricos del mundo. En la actualidad aparece en el puesto 34 del ranking de billonarios elaborado por Forbes. Según la BBC, es dueño de un palacio de 371 habitaciones y 42.700 m2 en Riad, además de un Boeing747-400 y un Airbus A380. También es propietario de un súper yate de 85 metros.
El magnate cuenta con importantes holdings y participaciones en empresas privadas y públicas en Medio Oriente, Europa y EE.UU., incluidas Twitter, Apple, EuroDisney, News Corp, London's Savoy Hotel y Citigroup. Además, preside el consejo directivo de la compañía saudita Kingdom Holding.
Además ha sido uno de los impulsores de la Kingdom Tower (Torre del Reino), que aspira a ser el edificio más alto del mundo con 1.000 metros de altura, y que se terminará de construir en 2018 en la ciudad de Yeda, en la costa oeste de Arabia Saudita.
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