Señor director:

La semana pasada la ONU acusó a la Iglesia Católica de encubrir a sacerdotes que abusarían de menores y solicitó la remoción de varios de sus funcionarios.

Desde su creación, la ONU ha tolerado la ocupación de lugares como el Tíbet y Gaza, invasiones injustificadas como en Irak, y ha dejado que millones de mujeres y niños sean violados por sus propios gobernantes en lugares como Malawi o la India. La ONU ha fracasado como órgano pacificador de las naciones.

Por su parte, la Iglesia Católica lleva casi dos milenios de existencia, en los cuales ha sido autora de muchas crueldades, pero esta humana institución es también la que durante la segunda mitad del siglo XX fue la voz de quienes cayeron bajo la opresión de la cortina de hierro y que por años ha socorrido a los más necesitados.

Me pregunto si la ONU es el mejor organismo para hacer acusaciones, pues como dice el evangelista Juan: "El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra".

Simón J. Ballivián