Los alimentos picantes tendrían potentes efectos anticancerígenos
La capsaicina, el componente que da el sabor picante al ají, podría ser la base de una nueva generación de fármacos contra el cáncer.
Algunos científicos aseguran que consumir diariamente comida picante podría ayudar a prevenir el desarrollo de ciertos tipos cáncer, entre otras enfermedades. A pesar de su intenso sabor y olor, el picante ha ejercido una irresistible atracción sobre el ser humano, que ya lo consumía hace seis mil años.
Científicos británicos de la universidad de Nottingham descubrieron que la capsaicina, el componente que da el sabor picante a muchos frutos de la especie "capsicum" (ají) tiene potentes efectos anticancerígenos. En su investigación, publicada en la versión de internet de la revista "Biochemical and Biophysical Research Communications", los científicos constataron que la capsaicina es capaz de eliminar las células malignas atacando la fuentes de energía que las alimenta.
ALIMENTOS PICANTES
Descubrieron que la familia de compuestos en que se incluye esa sustancia, los vanilloides, favorece la apoptosis (muerte celular programada) mediante la unión de proteínas, sin causar daños a las células vecinas sanas.
Los investigadores están convencidos de que la capsaicina, que actualmente se usa como componente farmacéutico en fórmulas para combatir una enfermedad dermatológica tan molesta como la psoriasis, podría ser la base de una nueva generación de fármacos contra el cáncer, aunque harían falta más estudios para verificar la veracidad de este aserto.
Hasta la fecha, los estudiosos británicos de los efectos beneficiosos en el organismo de los vanilloides, a través de experimentos en el laboratorio y en relación con células cancerígenas de pulmón y páncreas, han comprobado que los resultados son sorprendentemente buenos.
Este experimento podría explicar también por qué los habitantes de países como México y la India, que siguen una dieta muy picante, tienen menor incidencia de algunos cánceres que son prevalentes en los países occidentales, como el de próstata o el de colon. Ahora bien, el consumo excesivo de picantes, como los chiles jalapeños, también puede propiciar las aparición de tumores cancerosos en el aparato digestivo, según los resultados de otras averiguaciones epidemiológicas en esas naciones.
PIMIENTOS
Aunque el pimiento picante o chile, que adereza millones de platos en todas las culturas, es una especia de origen ecuatoriano y la más antigua del planeta, según otro estudio que le atribuye una edad aproximada de 6.100 años. El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Calgary, en Canadá, y de la Universidad de Misuri en Estados Unidos, rastreó la primera evidencia del uso doméstico y de la propagación de los pimientos picantes, o chiles, en la gastronomía.
El rastreo de este famoso condimento, que tiene una gran cantidad de variantes, especialmente en México, se llevó a cabo a partir microfósiles de almidón recuperados, piedras, sedimentos y recipientes de cerámica para cocinar.
De acuerdo con el estudio, Ecuador es el lugar más antiguo en el que se encontraron granos de almidón de pimientos picantes, de entre los siete sitios en los que se hallaron rastros de este alimento en el continente americano.
Los habitantes de esta región utilizaron los pimientos picantes para uso doméstico hace más de 6 milenios. A pesar de su origen latinoamericano, el pimiento picante no se quedó en las Américas y cuando los europeos llegaron al continente también lo incluyeron como un ingrediente más de su gastronomía. Y no es para menos porque el pimiento picante tiene mucha vitamina C, además de ser un complemento ideal para el pescado y comidas ricas en almidón como el maíz y los porotos, y también para disimular sabores poco gratos al paladar.
COMIDA MEXICANA
El pimiento rojo picante (ají o chile) y las especias más fuertes como la pimienta de Cayena o la pimienta común forman parte del grupo de aditivos que modifican la percepción sensorial de los alimentos. Sirven para dar sabor a comidas relativamente insípidas y para dar color a manjares que carecen del mismo.
La función de estos productos es importante ya que permiten disfrutar con sabores y aromas de alimentos de gran valor nutricional, pero que tienen poco atractivo para los sentidos.
Los tratados de nutrición más acreditados coinciden con los investigadores de la Universidad de Nottingham en que los aditivos picantes contienen principios activos muy importantes, como la citada capsaicina, que podría ayudar a combatir una enfermedad tan temida como el cáncer.
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