Histórico

Mazda RX8: Un deportivo práctico para deleite de todos los días

Para probar en extremo su deportividad, invitamos al piloto <strong>Alejandro Schmauk Jr</strong>. para que diera su veredicto.


Si bien habrá que esperar un par de semanas para ver al nuevo Mazda RX8 en los concesionarios (en septiembre), podemos anticipar que el modelo presenta un pequeño facelift en su diseño, destacando las nuevas líneas del parachoques, un rediseño en las tomas de aire y neblineros, y en la zaga se aumentaron considerablemente sus dimensiones.

Pero es en la mecánica donde sufrió las mayores modificaciones, agregando elementos como la transmisión automática de seis velocidades, que se suma a la mecánica ya existente, también de seis marchas.

Como la propia marca reconoce que la gran novedad es esta versión automática, decidimos probarla en compañía del joven piloto de Fórmula 3 Alejandro Schmauk Jr., un verdadero experto en manejo deportivo. "Con sólo verlo se puede apreciar que estamos frente a un auto con líneas muy radicales. Ahora, lo más importante es conocer cómo son sus prestaciones", advierte de entrada.

La suavidad ideal

El Mazda RX8 utiliza un motor rotatorio Rénesis de 645 x 2 cc, que en la versión con caja automática redujo su potencia a 212 caballos (en la mecánica su potencia alcanza los 232 Hp). "El sistema de motores rotatorios desarrollado por Mazda permite tener una baja cilindrada con gran potencia, gracias a que se aprovecha mucho mejor la energía térmica. Lo importante es que toda la mecánica esté bien equilibrada", dice Schmauk.

"Uno de los comportamientos más típicos de este tipo de motores es que en bajas revoluciones tiene muy poca fuerza, pero cuando estás por encima de las 5.000 rpm es donde el motor comienza a adquirir su mejor desempeño, pudiendo llegar incluso hasta las 7.500 vueltas. Es por esto que su consumo no es menor", agrega.

De hecho, durante la prueba, el consumo mixto fue de 6,6 km/litro. "El motor me pareció muy indicado para el peso del auto (1.411 kilos), lo que lo hace ser un coche muy reactivo y ágil, con un empuje sorprendente, y se transforma en una verdadera experiencia el poder manejarlo".

La nueva transmisión automática es relevante para el gran comportamiento del RX8. "Es cierto que al ser caja automática le mata un poco las pasiones, pero esta transmisión es muy rápida, de relaciones cortas y eficientes, con un paso de marcha suave. Eso sí, cuando engancha, es más lenta de lo que me gustaría. Gracias a que tiene seis marchas siempre se puede llevar bien revolucionado el motor, sacándole el máximo provecho", dice.

El modelo viene con paddle-shift o mandos en el volante, pero a diferencia de otros modelos, puede ser accionado con una sola mano, por lo que cuesta acostumbrarse.

Otro aspecto fundamental para Schmauk es la suspensión: "Es una de las cosas que más me gustó del RX8, porque si bien es deportiva, no pierde el confort. Es un auto deportivo para un uso diario, y creo que ese es uno de sus grandes atributos".

"El auto no sufre balanceos en curva, por el contrario, siempre mantiene la trayectoria y no rola. Si bien al tener tracción trasera su tendencia es que la cola baile, lo que lo hace entretenido de conducir, con todos los elementos de seguridad no hay de qué preocuparse. Cuando se desconectan los sistemas de estabilidad el auto es más nervioso y se necesita un cierto nivel conductivo para llevarlo de buena manera, pero con todo puesto es muy perdonador".

En cuanto a la dirección, el piloto advierte que "a pesar de ser electrónica, transmite muy bien la adherencia del piso al volante".

Para el tercer clasificado en el Campeonato de F-3 del año pasado, el diseño del coche denota que está apuntando a las personas que buscan una experiencia deportiva. "Su puesto de conducción es bajo, el tablero, los controles y todo su diseño interior indican que estamos frente a un auto deportivo. Y uno muy bueno".

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