Histórico

Mujer iraní condenada a muerte por adulterio recibirá 99 latigazos

Autoridades iraníes condenaron a Sakineh Mohammadi Ashtiani luego que el periódico británico The Times publicara una foto supuestamente de ella sin un velo en la cabeza.

El periódico posteriormente publicó una corrección y señaló que la fotografía era de otra mujer iraní.

Tras protestas internacionales, en julio los funcionarios iraníes paralizaron temporalmente la pena de muerte por lapidación contra Ashtiani.

Sin embargo, existen temores de que la pena de muerte aún se podría llevar a cabo a través de la horca.

LATIGAZOS

El hijo de Ashtiani dio varias entrevistas en las cuales afirma que se enteró de la nueva sentencia de 99 latigazos a través de personas que han sido recientemente liberadas de la prisión de Tabriz, donde se encuentra su madre.

El 28 de agosto, The Times publicó una foto que según el rotativo mostraba el rostro de Ashtiani. Según el periódico, la obtuvo a través de uno de los abogados de la mujer.

El abogado, Mohammad Mostafei -que huyó de Irán- sostuvo que el hijo de Ashtiani, Sajad Ghaderzadeh, le dio la foto. Sin embargo, Ghaderzadeh niega tales declaraciones.

Ghaderzadeh señaló que la nueva sentencia era "una excusa para aumentar el acoso (de las autoridades) hacia nuestra madre".

En una carta abierta, el hijo de Ashtiani aseguró que su madre había sido condenada a recibir 99 latigazos "por acusaciones falsas de propagación de la corrupción e indecencia a través de la difusión de la imagen de una mujer que se presume es ella, sin su hijab".

Ghaderzadeh afirmó que no creía que la sentencia había sido llevada a cabo, pero agregó que su familia y su abogado no habían sido autorizados a visitarla durante dos semanas y que tampoco se le había permitido el uso de un teléfono.

El hijo de Ashtiani informó que la familia apeló contra la sentencia.

TRIBUNALES

En mayo de 2006, un tribunal penal en el este de la provincia de Azerbaiyán encontró a Ashtiani culpable de haber tenido una "relación ilícita" con dos hombres tras la muerte de su marido. Por ello, recibió 99 latigazos.

Sin embargo, en septiembre de ese año, durante el juicio de un hombre acusado de asesinar a su marido, otro tribunal reabrió un caso de adulterio basado en hechos que supuestamente tuvieron lugar antes de la muerte de su marido.


A pesar de haberse retractado de una confesión que -según dijo- se había visto obligada a hacer por la fuerza, Ashtiani fue declarada culpable de "adulterio mientras estuvo casada" y fue condenada a muerte por lapidación.

En agosto, la televisión iraní transmitió lo que dijo era una confesión de Ashtiani de su participación en 2005 el asesinato de su marido.

Bajo la ley islámica, o sharia, tanto el asesinato como el adulterio son crímenes que merecen la pena capital.

Pero el caso de Ashtiani atrajo considerable atención internacional gracias a las gestiones de su primer abogado, Mohammad Mostafaei.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llegó incuso a proponerle a Irán que le permitiera concederle asilo a la mujer.

"El presidente da Silva tiene una personalidad muy emotiva y humana, pero probablemente no tiene suficiente información sobre el caso", respondió el ministerio de Relaciones Exteriores de Irán a la propuesta del mandatario brasileño.

Hasta el momento, Irán no parece dispuesto a ceder ante las demandas internacionales.

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