Pablo Calandria (34) fue uno de los pocos jugadores de O'Higgins que habló tras la derrota 2-1 ante Universidad de Concepción. El argentino intentó representar la voz de sus compañeros, devastados por la caída y la consiguiente pérdida del título. Junto a La Tercera, analiza el futuro inmediato del cuadro rancagüino. Cree que será difícil levantarse, pero promete que, al menos, lo van a intentar. O'Higgins aún no se sacude de lo acontecido el sábado en El Teniente.

¿Encuentran las explicaciones a lo sucedido?

No sé cómo se puede explicar. Es difícil. Jugamos al límite, pero lamentablemente las cosas no se dieron de nuestro lado. No hicimos un buen partido y ahora hay que intentar mantener la cabeza en alto y asumir que esto ya está, que no se nos dio.

¿Cuál es el principal sentimiento en este momento?

De decepción, de tristeza. Todo lo que se pueda poner. Va a ser difícil sobreponerse y levantarse. Pero hay que intentar dar vuelta la página, como se dice. Es la única manera. Hay que encontrarle la vuelta a esto. Pero es un golpe muy duro para todos nosotros, para el plantel y para el club.

¿Fue un tema de ansiedad o una cuestión futbolística? ¿O ambas?

Se pueden intentar dar muchas explicaciones. El equipo no encontró funcionamiento. No pudimos hacerle daño a Universidad de Concepción, a pesar de que tuvimos algunas ocasiones. Lamentablemente no tuvimos la mente fría que se necesita en estas instancias para pensar y decidir mejor las jugadas. No fue un buen partido nuestro. Dividimos mucho la pelota y, sin ella, tampoco pudimos jugar.

Les jugó en contra estar muy pendientes de los resultados de los otros partidos, quizás...

No nos pasó la cuenta lo de los resultados porque no estábamos muy pendientes. Cuando empiezas a sopesar la posibilidad de que se te escape todo, por ahí recién empiezas a pensar en otras cosas. Hasta los 25 minutos del segundo tiempo no estábamos pensando en nada más que en nuestro partido. Cuando sabes que las cosas se te están escapando de las manos uno empieza a buscar ayuda en otros lados. Lamentablemente no encontramos esa ayuda y nosotros no pudimos hacer nuestra tarea, que era ganar.

¿Se puede superar una frustración como la que genera perder un título? Sobre todo pensando en la liguilla, que empieza de inmediato...

Mentiría si dijera que hay una fórmula para sobreponerse a esto. Sabemos que se viene la liguilla ahora ya, pero lo único que puedo decir al respecto es que lo vamos a intentar. Está difícil de todas maneras...

Le toca, entonces, un rol importante. Con los más jóvenes, seguramente...

Sé que hay un rol que tengo que cumplir y lo haré, sobre todo con los jugadores más jóvenes. Hay que hablar, mantenerse unidos. Así, seguro, podremos tirar para adelante. Este tropiezo nos tiene que servir también para aprender lecciones.

¿La liguilla es un premio de consuelo entonces?

La liguilla es un premio muy pequeño, sobre todo pensando en lo que pudo ser. Como sea, vamos a intentar ser competitivos y ganarla.

¿La frustración pasa también por la ilusión de la gente?

La gente nos apoyó durante todo el semestre. Lamentablemente no tuvimos el fútbol para poder darles una alegría.