Se les cataloga como personajes "más despiertos" de lo habitual, con iniciativa propia, proactivos, orientados al logro y a la identificación personal, cuando de brindar soluciones permanentes a momentos de crisis o quiebres dentro de las emprsas, compañías u organizaciones, se trata. Nos referimos a aquellos emprendedores que resultan ser las piezas angulares de un nuevo concepto que cada vez se masifica más al interior de las empresas: el intraemprendimiento.

Pero, ¿en qué consiste esta nueva definición? Para aterrizar el tema, Educación&Postgrados conversó con dos especialistas, quienes entregan sus impresiones respecto de este concepto y las implicancias que tiene para las empresas que cuentan con personal que lo aplica.

INTRAEMPRENDEDORES
Bárbara González, ingeniero comercial y Directora de Carreras de la Facultad de Negocios de la Universidad de las Américas (Udla), la define como "el emprendimiento que se da al interior de una organización, pública o privada. Es el conjunto de actividades que realizan las organizaciones para fomentar y cultivar el espíritu emprendedor de los trabajadores a fin de recibir ideas y nuevos proyectos, que contribuirán al mejoramiento del producto o servicio que se entrega al mercado. Para ello es necesario generar programas y espacios para acoger las ideas que podrían beneficiar a la organización".

La también magíster en gestión educacional, enfatiza que este concepto conlleva muchas ventajas para las compañías. "Cuando existe el espacio para que los trabajadores aporten sus ideas, la principal ventaja es que se mejoran los resultados. Muchas veces los planes y programas son diseñados por altos directivos, personas que no ejecutan el trabajo, y no conocen los pormenores de la actividad. Por tanto, recibir una idea de quién realiza en concreto una labor, que conoce el mercado, que conoce el producto o servicio, al cliente, los proveedores y está día a día trabajando con la competencia al lado, suele ser mucho más efectivo".

Por su parte, Consuelo Fiaccadori, psicóloga laboral y parte de Ceyet Consultores, dice que el despliegue de los intraemprendedores depende de factores organizacionales y personales, y nada tiene que ver con la genialidad o inteligencia superior. "Dentro de los factores organizacionales, se encuentra la cultura, la manera y estilo de funcionamiento de la empresa, ya que determina fuertemente el comportamiento de las personas que la componen. Los valores, políticas, procedimientos y estilos de trabajo, deben estar orientados a impulsar, reforzar y dar espacio al intraemprendimiento. No es posible esperar comportamientos innovadores, de alta participación y compromisos, si desde los más altos niveles se reprime o se tiende a un estilo centrado en el control y en los errores. Así también es necesario que a nivel organizacional exista un fuerte sistema de recompensa e incentivo, en el cual este tipo de emprendimiento y de actitud creadora, sea una de las más valoradas y esperadas, a todo nivel, y en el quehacer diario", agrega.

Adicionalmente, Fiaccadori manifiesta que sin duda requiere de características propias de las personas, que favorecen el despliegue del emprendimiento. Dentro de estos factores se encuentra la innovación, orientación al logro, visión optimista y positiva, flexibilidad, trabajo en equipo-colaboración, capacidad analítica y de integración, tolerancia a la frustración, autogestión, autonomía, constancia y liderazgo.

COMO IDENTIFICARLOS
González dice que un intraemprendedor debe ser solidario, puesto que sus ideas van en beneficio de la organización, poseer auto motivación, ser ingenioso, creativo. Tener alta capacidad de resolución de problemas. Debe ser muy proactivo. "Además debe mantenerse en contacto permanente con el medio. Tener un olfato para detectar oportunidades de negocio. Ser perseverante, pues sabemos que de todas las ideas que se generan, no todas resultan y la mayoría de ellas fracasan. Ser seguro de sí mismo y transmitir confianza para enfrentar el desafío de la idea o proyecto. Orientado al logro y en busca de oportunidades".

Este emprendedor se caracteriza por calcular los riesgos, evaluar alternativas y decidir. "Busca la eficiencia y eficacia. Debe ser empático y establecer adecuadas relaciones con las personas y trabajar en equipo. Debe tener desarrollada la capacidad de liderar, además de pertenecer o crear redes de contacto", agrega la académica de la Udla.

En tanto, para Fiaccadori -quien además es magíster en recursos humanos- los intraemprendedores "son personas que se atreven a mirar las situaciones desde diferentes perspectivas. No le temen a adoptar nuevos paradigmas y a 'hacer las cosas de diferente manera'. Lograr desaprender con facilidad y flexibilizar su comportamiento a lo que las condiciones requieren. Suelen innovar y crear, tanto como gustan de buscar nuevas alternativas para un mismo problema. Son curiosos, les incomoda la rigidez y los ambientes extremadamente estructurados. Son demandantes de espacio y esperan recibimiento y escucha ante sus ideas y propuestas. Lo que más desmotiva a este grupo es que ni siquiera puedan presentar sus ideas, y más aún, que otros se apropien de ellas".

Para ambas profesionales un tema esencial para los intraemprendedores en las empresas es cómo motivarlos y potenciarlos. González indica que "se debe incentivar la innovación. Creando programas que contemplen estímulos. Por ejemplo: si una persona presenta una idea para mejorar un proceso, si ésta genera un ahorro significativo en la organización, se le premia asignándole un porcentaje de ese ahorro, a través de un viaje, una beca de estudio o mejor aún, participación en las utilidades a través de acciones de la compañía".

Agrega que lo que la organización debe hacer es cuidar a este tipo de talentos, porque de otra forma, con las mismas capacidades, la persona puede ser tentada a invertir todo su ingenio en forma independiente o bien podría ser detectado por la competencia.

Por su parte, la psicóloga de Ceyet Consultores indica que "lo más importante es que la organización desde los más altos niveles, especialmente aquellos que definen los objetivos, la estrategia y la razón de ser de la empresa, tengan claridad respecto de las razones por las cuales quieren incentivar el emprendimiento y que estén convencidos de su importancia y de sus beneficios. Lo anterior garantizará que se genere una real cultura del intraemprendimiento, acompañado de sistemas de trabajo, de recompensa y de relación, fundamentado en aquellos valores que fomentarán la capacidad de innovación y de creación en cada uno de los integrantes de la compañía".

Según Fiaccadori, reconocer a los intraemprendedores será fácil si la organización genera estas condiciones de autonomía y autogestión, acompañados de la invitación permanente en el día a día, al desarrollo de proyectos y de soluciones nuevas.

SOBREPONERSE AL FRACASO
Un factor clave en los emprendedores es la capacidad de sobreponerse ante el fracaso que puede conllevar un mal resultado de un empredimiento. Y esto también se aplica a quienes se encuentren dentro de las empresas u organizaciones.

Al respecto, González sostiene que "si un intraemprendedor da una idea, y esta es tomada en cuenta, la organización es responsable de su éxito o fracaso. Si la idea no funciona, no será culpa de quién generó la idea, sino del equipo que la validó. Y a veces ni siquiera es del equipo, sino que una variable externa incontrolable".

La académica de la Udla agrega que si una idea no resulta, se debe abrir nuevamente el espacio para buscar la solución. "El intraemprendedor no se rinde, si no resulta una idea, la próxima puede ser mejor. Lo importante es que la organización también lo crea así", sentencia.

En tanto, la psicologa Fiaccadori complementa a González indicando que, "parte de los riesgos es el fracaso de las nuevas soluciones o negocios y una empresa conformada con personas que se atreven, deben estar conscientes de aquello. Es por eso que la capacidad de análisis, planificación y de evaluación de riesgos, favorece el éxito o anticipa el fracaso, minimizando sus consecuencias. Por otro lado, contar con objetivos desafiantes, pero realistas, en plazos posibles de alcanzar permite trabajar las nuevas ideas en un contexto de mayor seguridad".