Síndrome del ojo perezoso es la causa más común de impedimento visual en niños
Esta enfermedad también se conoce como Ambliopía, y de no ser tratada a tiempo puede causar déficit visual definitivo.
La causa más común del impedimento visual monocular (en un solo ojo) en la niñez se conoce como ambliopía, una enfermedad que a menos de que sea tratada a temprana edad, continúa en la juventud y adultez de mediana edad y puede llegar a provocar un importante déficit visual definitivo.
Cuando se sufre de esta enfermedad el ojo se ve normal, pero no se está usando adecuadamente porque el cerebro está favoreciendo al otro ojo y no trabajan juntos para producir la visión.
"El cerebro selecciona la mejor imagen, ignorando la del otro ojo. Es por esta razón que esta enfermedad también se conoce como síndrome del ojo flojo", explica el doctor Hernán Iturriaga, miembro de la Sociedad Chilena de Oftalmología.
El desarrollo de esta enfermedad a menudo se relaciona cuando existen antecedentes familiares de esta afección. También se genera en pacientes que tienen o han tenidos cataratas. Sin embargo, las causas más comunes son la existencia de dos ojos ópticamente muy distintos, el Estrabismo (desviación ocular) o enfermedades diversas tales o grandes defectos ópticos bilaterales no corregidos precozmente.
El tratamiento se debe realizar a temprana edad, antes de los 10 años en principio ya que las probabilidades de recuperarse disminuyen progresivamente a medida que el niño crece. Después de los 10 años sólo se puede esperar una recuperación parcial.
"Antiguamente se pensaba que tratar la ambliopía en niños mayores tenía pocos beneficios, sin embargo los resultados actuales han demostrados que niños entre 7 a 17 años se pueden beneficiar de los tratamientos que son usados en los pequeñitos", aclara el doctor Iturriaga.
ALERTAS
El doctor Iturriaga explica que se debe sospechar de ambliopía en un niño si presenta ojos que se desvían hacia adentro o hacia fuera, ojos que no parecen trabajar juntos o la incapacidad para juzgar la profundidad correctamente.
Además hay que estar atento a los signos que el pequeño puede presentar, es necesario que anualmente los niños sean evaluados y chequeados por un oftalmólogo aunque aparentemente parezca sano, "ya que muchas veces no se advierte que un ojo tiene mala visión si el otro es normal, porque el niño realiza todas sus actividades normales, encubriendo el problema del ojo enfermo", puntualiza el doctor Iturriaga.
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