Tiger Woods no ganó el Masters de Augusta, pero fue protagonista y tuvo grandes chances se obtener su 15º Major. Sin embargo, el estadounidense quedó más que conforme con su desempeño en el torneo, ya que le sirvió para demostrarse a sí mismo que está en camino a ser protagonista del PGA Tour por su juego y no por noticias ajenas a un campo.

Un nuevo swing y el entusiasmo de antes hicieron reaparecer a Tiger Woods la semana pasada en el Masters. El golfista, ex número uno del mundo, terminó empatado en cuarto lugar el domingo en Augusta National. El martes estaba en China como parte de un viaje promocional.

"Le pegué realmente bien a la pelota durante el fin de semana y logré algunos tiros, tiros que sé que puedo lograr. Eso fue divertido y emocionante", comentó Woods en el campo Mission Hills Dongguan, cerca de la ciudad china de Shenzhen. "Me estoy empezando a sentir bastante bien. Fue una semana bastante buena".

El "Tigre" no gana un tí­tulo desde que estuvo inactivo durante cinco meses el año pasado por un escándalo de infidelidad. En el Masters se metió en la pelea con cuatro birdies y un eagle en los primeros nueve hoyos de la última ronda, pero su remontada se quedó corta.

Woods indicó que su entrenador de swing, Sean Foley, es el responsable por la mejorí­a en su juego. Ambos empezaron a trabajar junto en el Campeonato de la PGA del año pasado. "Jugué bien y desafortunadamente me quedé un poco corto en los últimos nueve (hoyos). Pero los primeros nueve fueron divertidos, la pasé fenomenal", comentó.

Aunque está contento con su swing para los golpes largos, Woods reconoció que todaví­a debe mejorar en el putt. Woods señaló que está impresionado por el desarrollo del golf en China, y pronosticó que pronto los golfistas chinos estarán entre los 50 mejores del mundo.