El actor estadounidense Tom Cruise volvió a ser la comidillo de los medios estadounidenses por la performance que sostuvo junto a su esposa, la también actriz Katie Holmes, en un evento de beneficencia y en la que algunos medios destacaron su  caso por su pobre desempeño.

Holmes interpretó la popular canción de Jerry Adler-Jerry Ross "Whatever Lola Wants" -del musical Damn Yankees- para el evento de caridad de The Motion Picture and Television fund en Nueva York, el que fue organizado por el actor australiano Hugh Jackman.

Muy bella, vestida de negro y cantando sin playback, Katie hizo subir a Tom al escenario para utilizarlo como una especie de "esclavo sexual". Por ende, su marido debió seguirle el juego y hacer unos pasitos de baile que no lo dejaron muy bien parado, aunque ambos parecían que se estaban divirtiendo.

La actriz, que tiene una niña de cuatro años con Tom Cruise, Suri, apareció con un vaporoso y sexy vestido negro para bailarle a su marido la canción Whatever Lola Wants, en la gala benéfica A Fine Romance, que celebra el "matrimonio" entre Hollywood y Broadway.

"Fue muy erótico. Katie le revolvió el pelo a Tom, se agarró la falda e incluso en un momento dado, le empujó contra el suelo", comentó un espectador.

La joven, de 31 años, interpretó el número músical, del espectáculo Damn Yankees, acompañada de un pianista y con su marido encarnando al interés romántico de su personaje.

En el centro del escenario, con una camisa blanca, el protagonista de "Valkiria", sentado en una silla, disfrutó del baile, que terminó con un romántico beso entre ambos.