Los CEO de Tesla Motors y Toyota, Elon Musk y Akio Toyoda respectivamente, y el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, anunciaron en conferencia de prensa que ambas compañías colaborarán en el desarrollo y producción de vehículos eléctricos.

Producto de esta alianza, Toyota invertirá 50 millones de dólares en la compra de acciones, mientras que el Estado de California entregará incentivos fiscales para que Tesla pueda reabrir la planta de NUMMI, ubicada en Fremont y que antiguamente era compartida por Toyota y General Motors. Cabe recordar que en esta factoría se fabricaban los modelos Pontiac Vibe y Toyota Matrix antes de la quiebra de GM y el cierre de Pontiac.

Con esta alianza, Tesla busca abandonar su actual práctica de diseñar vehículos en Estados Unidos para que otros los monten (en el caso del Roadster, Lotus se encarga de ensamblar los autos en Hethel), para convertirse en un verdadero fabricante de deportivos eléctricos en 2012, cuando el Model S salga al mercado.

Se espera que este año Tesla tenga los primeros prototipos avanzados, los que podrá construir en masa utilizando sus nuevas instalaciones. Si bien la planta de NUMMI reiniciará su actividad con mil empleados, esta cifra podría crecer hasta los 10 mil, con una capacidad de producción superior a los 300 mil vehículos anuales.