Columna Bjorn Lomborg: A pesar del relato catastrófico, los datos revelan que el mundo es un lugar mejor

Bosques antiguos y primarios de hayas de los Cárpatos.


Es fácil creer que la vida en la Tierra es cada vez peor. Los medios de comunicación destacan constantemente una catástrofe tras otra y hacen predicciones aterradoras. Con un torrente de pesimismo sobre el cambio climático y el medio ambiente, es comprensible que mucha gente, especialmente los jóvenes, crea de verdad que el mundo está a punto de acabarse. La realidad es que, aunque los problemas persisten, el mundo está mejorando. Solo que rara vez lo escuchamos.

Se nos habla incesantemente de catástrofes, ya sea la última ola de calor, una inundación, un incendio forestal o una tormenta. Sin embargo, los datos demuestran de forma abrumadora que, a lo largo del último siglo, las personas están cada vez más seguras frente a todos estos fenómenos meteorológicos. De hecho, en la década de 1920, alrededor de medio millón de personas morían anualmente a causa de catástrofes meteorológicas, mientras que en la última década la cifra de muertos se situó en una media de 18.000. Este año, al igual que en 2020 y 2021, se sitúa por debajo de esa cifra. ¿Por qué? Porque cuando la gente se enriquece, se vuelve más resiliente.

Y a pesar de lo que pueda haber oído sobre los costos récord de los desastres climáticos (principalmente porque las poblaciones más ricas construyen casas más caras a lo largo de las costas), los costos de los daños están disminuyendo, no aumentando, en cuanto a porcentaje del Producto Interno Bruto.

Pero no solo las catástrofes meteorológicas son cada vez menos dañinas a pesar de los pronósticos. Hace una década, los ecologistas declararon en voz alta que la magnífica Gran Barrera de Coral de Australia estaba casi muerta, por la decoloración causada por el cambio climático. Este año, los científicos revelaron que dos tercios de la Gran Barrera de Coral muestran la mayor cobertura de coral vista desde que se iniciaron los registros en 1985. El informe de las buenas noticias recibió una fracción de la atención.

No hace mucho tiempo, los ecologistas utilizaban constantemente imágenes de osos polares para destacar los peligros del cambio climático. Los osos polares incluso aparecieron en la aterradora película de Al Gore Una verdad incómoda. Pero la realidad es que el número de osos polares ha ido aumentando, desde los 5-10.000 osos polares de los años 60 hasta los 26.000 actuales. No escuchamos estas noticias. En cambio, los activistas dejaron de utilizar a los osos polares en sus mensajes.

Hay tantas malas noticias que rara vez nos detenemos a considerar que, según los indicadores más importantes, la vida está mejorando mucho. La esperanza de vida humana se ha duplicado en el último siglo, pasando de 36 años en 1920 a más de 72 años en la actualidad. Hace cien años, tres cuartas partes de la población mundial vivían en pobreza extrema. Hoy, es menos de una décima parte. El problema medioambiental más mortífero, la contaminación atmosférica, tenía cuatro veces más probabilidades de provocar la muerte en 1920 que en la actualidad, sobre todo debido a que los pobres cocinan y se calientan con estiércol y madera.

A pesar de los contratiempos relacionados con el Covid, la humanidad ha ido mejorando. Sin embargo, los catastrofistas siguen diciendo que el fin está cerca. Esto es estupendo para su recaudación de fondos, pero el costo para la sociedad es altísimo: tomamos decisiones políticas malas y costosas y nuestros hijos están aterrados.

El calentamiento global hace que los famosos y los políticos vuelen por todo el mundo en aviones privados dando lecciones al resto, mientras nosotros gastamos menos en problemas como el hambre, las enfermedades infecciosas y la falta de escolarización básica. ¿Cuándo se han reunido los políticos y las estrellas de cine por una causa importante como la desparasitación de los niños?

Necesitamos un poco de equilibrio en nuestras noticias, pero eso no significa ignorar el calentamiento global: es un problema real, causado por la humanidad. Solo necesitamos perspectiva. Los modelos económicos utilizados por las administraciones de Biden y Obama revelan que el costo total y global del cambio climático -no solo para las economías sino en todos los sentidos-, será equivalente a menos de un 4 por ciento de impacto en el Producto Interno Bruto mundial a finales de siglo.

La humanidad es cada día más próspera. Las Naciones Unidas estiman que, sin el calentamiento global, en 2100 la persona promedio estaría 450% mejor que hoy. En cambio, el calentamiento global significa que la gente solo será un 434% más rica. Eso no es un desastre.

Por Bjorn Lomborg es presidente del Copenhagen Consensus Center y visiting fellow en Hoover Institution de la Universidad de Stanford.

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