Cuba, el agotamiento de los símbolos
SEÑOR DIRECTOR
Las protestas en Cuba han generado un extraño sentimiento. Durante más de un año hemos vivido protestas en América Latina y, si bien han generado noticia, las de Cuba han provocado algo distinto y eso es el testimonio del agotamiento del fundamento simbólico del modelo.
Los hermanos Castro ejercieron el control adornados por un poder simbólico que les entregaba algún grado de legitimidad en un mundo ideologizado, que levantó a la revolución cubana al extremo de ser un símbolo en sí misma, y con una narrativa heroica que acompañaba su gestión.
Hoy, los hermanos Castro, dueños mitológicos del símbolo de la revolución, ya no están en el poder y, quién lo ejerce no pertenece a esa élite y no tiene los argumentos político-simbólicos para contener las protestas, de ahí que en su autoasignada tarea de resguardar el patrimonio revolucionario, haya optado por lanzar a la calle a sus fuerzas de seguridad y seguidores del régimen a enfrentarse con los civiles.
Ese es el hecho, la causa pareciera no estar ahí, estaría más cercana al agotamiento de un modelo que no ha dado con la necesaria eficiencia para satisfacer las necesidades básicas de los cubanos que reclaman por libertad, comida y salud. Es el modelo el que no tiene respuestas y se ve en la obligación de utilizar la violencia, es el modelo que no pudo contra el Covid, es el modelo el que expuso su incapacidad en la satisfacción de las necesidades básicas.
¿Debe llamarnos la atención? Pareciera que no, pareciera que es la muerte natural de un modelo sustentado en un ideal que pertenece a un mundo que no existe, la evidencia así lo demuestra, el mito de la revolución ya no satisface los estómagos.
Jorge Sanz Jofré
Académico Facultad de Gobierno UDD
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