SEÑOR DIRECTOR:

Santiago vive una gran fiesta del deporte, y destaca la tremenda y hermosa infraestructura desarrollada para esta ocasión. Ello contrasta con una realidad de nuestra ciudad que viene perdiendo prestancia y belleza a lo largo del tiempo. Hay dos aspectos que ya se hacen intolerables como son el estado de las calles, con innumerables hoyos que ponen en riesgo a los conductores y a los peatones; y por otro lado, un rayado y pintarrajeado de casas y edificios que muestra la peor cara de la capital de Chile a los santiaguinos y los visitantes.

Hay en esto una gran responsabilidad de los municipios, que en vez de dilapidar dinero en proyectos fallidos y muchas veces turbios, debieran destinar mayores recursos a la reparación de las calles y disponer ordenanzas y sanciones duras para los muralistas que nos faltan el respeto con sus execrables “obras” que contribuyen a afear Santiago.

Claudio Ternicier González