SEÑOR DIRECTOR:

La alcaldesa Matthei acaba de anunciar el proyecto de hermoseamiento del sector de Baquedano, exponiendo planos e imágenes, enfatizando los detalles de la puesta de pasto y flores, el riego por goteo y aspersión, e, incluso, deslizando cierta complicidad con el proyecto Alameda-Providencia, caballito de batalla del gobernador Orrego.

Hoy, Plaza Italia sigue siendo un espacio de disputa, pero ya no solo entre manifestantes y policías, sino entre proyectos políticos; un plinto que cambió una estatua por una eventual contienda presidencial, donde prevalecerá quien tenga la capacidad de poner patria y orden en ese lugar sin dios ni ley.

No debemos olvidar que la ciudad es naturalmente política, un lugar donde el pensamiento de lo común se abre paso y se define por medio de lo político en el espacio público.

O -como diría Demócrito-, puesto que la suerte de los particulares se decide en el plano de lo común, una buena gestión política de la ciudad se reflejará y será premiada, entonces, por la supremacía del bien común sobre agendas políticas particulares.

Isabel Serra

Urbanista