El fenómeno Reborn Dolls




Jugar con una Reborn Doll no es lo mismo que jugar con otras muñecas. De hecho, muchas mamás Reborn —como se le conoce a sus seguidoras— no ven su interacción con una Reborn simplemente como un juego. Un amplio segmento de la comunidad que se ha generado en torno a estas muñecas híper realistas, con rasgos y contextura casi idénticas a las de una guagua real, no son niñas sino mujeres. Adultas jóvenes, mayores, solteras o en pareja, con y sin hijos, ven en su relación con las Reborn Dolls una suerte de maternidad que, pese a ser simulada, despierta emociones reales en quienes crean y cuidan de ellas como si fuesen guaguas de verdad.

Leslie Yáñez (38) es chilena, mamá de 4 niños y está detrás de una de las pocas tiendas dedicadas completamente a este hobby en nuestro país (@latienditadelreborn). A pesar de que hoy las Reborn Dolls son un trabajo para Leslie, su primer encuentro con estas muñecas fue desde la curiosidad que despertaron hace años en ella. “Todo empezó como un pasatiempo. Me acuerdo muy bien de cómo las conocí. Estaba embarazada y un día revisando Facebook me encontré con estos hermosos bebés renacidos que eran hechos a mano”, explica Leslie. Y agrega: “me enamoré al instante y desde ese día nació mi pasión”. A pocos meses de recibir a su segundo hijo, Leslie —quien ya había sido mamá una vez— encontró en las muñecas Reborn todas esas sensaciones que había vivido durante su primera experiencia de maternidad. “Me llamó la atención su realismo”, explica.

“Una guagua Reborn puede generar en las personas la secreción de las mismas endorfinas que se generan al contacto con una guagua real.

En ese momento, el querer tener una Reborn sabiendo que estaba embarazada, le generaba ternura. “Siempre me gustaron los bebés pero nunca me imaginé que sería artista Reborn, mucho menos que tendríamos La Tiendita Del Reborn”, comenta. Sin embargo, desde que se adentró por completo en este hobby, no todas las experiencias han sido reconfortantes. “Las mujeres reciben muchos comentarios de sus familias y cercanos que las critican y hacen sentir avergonzadas de su decisión”, explica Leslie. El cuestionamiento a una mujer adulta que juega a ser mamá puede llegar a ser tal, que Leslie comenta que ha conocido casos de clientas que esconden sus muñecas Reborn en el clóset para evitar comentarios.

El impacto en las personas

A fines de 2019 Apple TV estrenó la serie de ficción Servant. Con 4 temporadas que la mantuvieron al aire hasta el año pasado, Servant narra la historia de una pareja que enfrenta los desafíos de la crianza de un recién nacido pero con una guagua que no es real. El uso de las muñecas híper realistas como una herramienta en terapias de distinta índole ha sido estudiado por especialistas. Una investigación realizada en España en 2022 a pacientes con demencia, mostró que las Reborn Dolls usadas con fines terapéuticos “mejoran la salud emocional de pacientes, disminuyen los comportamientos disruptivos y promueven la comunicación”. Sin embargo, el uso de Reborns como elementos terapéuticos en duelo perinatal, trauma o para enfrentar la infertilidad, es todavía un tabú para muchas personas.

Emilie St Hilaire es candidata a Ph.D de la Universidad de Concordia en Canadá y ha dedicado su investigación doctoral al estudio del fenómeno de las Reborn Dolls. Entre los aspectos de la investigación, St Hilaire ha destacado en entrevistas que, las muñecas híper realistas, generan efectos en las personas que van más allá de lo imaginario. “Hay una sensación reconfortante en cuidar y sostener algo que se siente como un bebé”, explicó la especialista en una entrevista con el diario británico The Guardian donde además aclaró que una guagua Reborn puede generar en las personas la secreción de las mismas endorfinas que se generan al contacto con una guagua real.

A pesar de que la narrativa en torno a las Reborn Dolls es una de cuestionamiento a la estabilidad emocional de las mujeres que se dedican a este hobby, lo cierto es que de acuerdo con lo investigado por la especialista canadiense, las mujeres que juegan a ser mamás Reborn obtienen beneficios de este pasatiempo aún cuando saben que solo imita la realidad. Catalina Peña (42) supo desde un comienzo que las Reborn eran un pasatiempo que cumplía con esa fantasía que había tenido desde niña de jugar con una muñeca que pareciera real. En 2019, conoció las Reborn cuando su hija de entonces 4 años insistía en que quería una “muñeca que pareciera realmente bebé”, comenta Catalina. Así, investigando alternativas de juguetes realistas llegó a las Reborn y descubrió que, en ese tiempo, no habían artistas locales dedicadas a pintar a mano cada una de las piezas del kit Reborn que se necesitan para armar una muñeca. Eso, sumado al alto costo que tenían las muñecas ya listas que se vendían en internet (los precios partían sobre los $200.000), la motivaron a comprar su primer set para crear una muñeca propia. Hoy, Catalina vende sus muñecas a través del Instagram @peregrina_reborn y espera poder dedicarse por completo a esta actividad creativa. “Con el primer kit Reborn me di cuenta que era un trabajo largo y que requiere de mucha paciencia”, explica Catalina.

Con cada parte del cuerpo y la cara pintadas a mano para reproducir hasta los vasos sanguíneos que se suelen ver a través de la piel traslúcida de un recién nacido, los precios de las Reborn más complejas y realistas alcanzan los $600.000. Esas, según explica Leslie Yáñez, suelen ser regalos de mujeres adultas para ellas mismas, sus amigas e incluso para sus mamás. “En Chile esto aún se considera un producto específico para niñas pero la realidad es que las mujeres adultas también podemos tener Reborns”, aclara Leslie.

Frente a los cuestionamientos, la dueña de La Tiendita del Reborn comenta que ella nunca cuestionó su interés por las muñecas siendo adulta y mamá. “Sí me di cuenta de que para algunos esto era algo muy extraño, raro o anormal”, explica. “Mis cercanos se impresionaban pero, al mismo tiempo quedaban extrañados. Es algo muy loco para la mayoría”, agrega. Lo cierto es que las Reborn Dolls se han convertido en compañeras de miles de niñas y mujeres en todo el mundo y que, más que una locura por las muñecas, son un pasatiempo que genera comunidad en torno a la experiencia de ser mamá tanto para mujeres que lo han vivido con una guagua real como para aquellas que no.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.