Paula

Invictus

El liderazgo es una de las obsesiones de Clint Eastwood y se aprecia claramente en Invictus, donde se aborda la instalación de Nelson Mandela en la presidencia de Sudáfrica.

El liderazgo es una de las obsesiones de Clint Eastwood. Y ha dado a entender que esa calidad de líder tiene mucho de viaje solitario, e incluso, a contrapelo de la sociedad. Eso se aprecia claramente en Invictus, su último largometraje, en el que aborda los sucesos verídicos de la instalación de Nelson Mandela en la presidencia de Sudáfrica en 1994.

Con un sólido Morgan Freeman en el rol del hoy nonagenario Mandela, Eastwood se centra en la Copa del Mundo de Rugby que se jugó en ese país y hace de la selección nacional, los Springbok, una metáfora de la reunificación del país después del Apartheid. El trabajo en grupo y cómo un líder inclusivo y no autoritario puede llevar a sus dirigidos a alcanzar objetivos no imaginados es el eje de la película, que se despliega como un relato preciso y efectivo, con sencillos pero contundentes apuntes de emoción y humanidad.

Invictus es una película sobre la reconciliación profunda de una nación desde la tolerancia y el respeto a la diferencia. Y, a pesar de que muchos conozcan la historia real, es un filme cautivante porque el foco no está puesto en el éxito, sino en cómo se puede llegar a él sin pasar por encima de nadie.

¿Vas a seguir leyendo a medias?

NUEVO PLAN DIGITAL $1.990/mesTodo el contenido, sin restricciones SUSCRÍBETE

VIDEOS

Servicios