La agente
Pudo haber sido modelo, pero optó por trabajar detrás de escena. Primero como booker y luego como fundadora y directora de su propia agencia, Rebel/We Love Models. Con 17 años de experiencia, y después de ver triunfar y desistir a cientos de chicas de las más diversas nacionalidades, Ofelia Memoli dice que la seguridad y la fortaleza son los componentes más importantes para que una modelo llegue a la cima. De eso y de cómo funciona el sistema habla en esta entrevista.
Paula 1130. Sábado 14 de septiembre de 2013.
Rebel/We Love Models es una de las dos agencias de modelos más importantes que hay en Chile. Cuenta con 184 modelos –mujeres y hombres; chilenos, argentinos, brasileños, españoles, alemanes, entre otros–, que trabajan aquí, o se trasladan de país en país haciendo editoriales, campañas, pasarelas. Detrás de esas carreras está Ofelia Memoli.
Esta uruguaya, radicada en Chile hace 13 años, bien pudo ser modelo, pero dijo que no una y mil veces. En Montevideo se lo ofrecieron, pero la timidez pudo más. "Me pararon varias veces en la calle para invitarme a ser modelo. Hice algunos desfiles de diseñadores independientes uruguayos antes de cumplir 18 años, pero finalmente desistí. Era demasiado vergonzosa", dice sentada en su oficina ubicada en un edificio estilo francés en Providencia.
La moda, en todo caso, la atrapó. Lo mismo que los comentarios sobre Chile que su padre le hizo infinitas veces después de haber vivido diez años en Osorno durante la década de los sesenta. Un día de 1997, con 19 años, Ofelia Memoli agarró sus cosas, dejó su país, llegó a Santiago y se integró a la recién creada agencia de modelos Elite Chile para convertirse, primero en booker (manager de modelos) y luego en directora del departamento de modelos internacionales bajo la dirección de Magdalena Jiménez. Ocho años estuvo allí hasta que emigró a Buenos Aires para asociarse a la agencia South American Models. Después de cinco años la compró y creó Rebel. Dos años más tarde volvió a hacer maletas y regresó a Santiago para fundar y dirigir Rebel/We Love Models.
"Cuando ves a una chica rubia de ojos azules te imaginas que es una princesa rusa y no que la mamá está vendiendo verduras en la esquina, el caso de Natalia Vodianova".
¿Qué tanto ha cambiado el mundo de la moda en Chile?
Ha cambiado radicalmente. Cuando llegué, no había más que cinco fotógrafos, unas cuantas maquilladoras, cinco productoras de moda y algunos pocos clientes. Las modelos chilenas eran muy pocas y de fuera casi no llegaba nadie. Era un grupo cerrado, todos se conocían. Si hacías una producción para una revista o un catálogo estabas varios días en eso. Hoy hay más profesionales de todas las áreas, llegan modelos de fuera, por ejemplo las brasileñas. Las fotos se hacen en un día, el trabajo es más impersonal. Todo se aceleró.
¿Qué diferencia a una modelo chilena que recién comienza de una brasileña o una argentina?
Las chilenas no conocen mucho aún los alcances de una carrera de modelo. Las nenitas de 14 años que empiezan a trabajar en esto quieren salir en fotos, hacer su primera editorial en una revista para mostrarla en el colegio y después hacer un par de desfiles y ya. No tienen más ambición que esa. Están educadas para primero terminar el colegio, la universidad y después hacer algo como modelos. Y está bien. Así es. Pero, además, los papás no consideran el modelaje como una carrera profesional, sino como un hobbie. En mercados como Brasil y Argentina esto sí es una carrera. Las nenas primero prueban y si les va mal siguen estudiando. Es otro el orden de prioridades. Puedes ver a una chica brasileña que salió de su pueblo para irse a São Paulo y vivir durante seis meses en un departamento con otras quince chicas solo para hacer una moda en una revista. Después esa misma chica se viene a probar suerte a Chile, Argentina o Asia, hace un par de trabajos y parte a Londres y persevera tres o cuatro años. Se la banca.
¿Cuál es la vida útil de una modelo?
Miranda Kerr, Lara Stone y Heidi Klum, que tienen entre 30 y 40 años, partieron haciendo editoriales y hoy son modelos comerciales. Trabajan menos y ganan mucho más, incluso_ a algunas se les pagan fortunas. Lo que ellas demuestran _es que una chica puede hacer carrera, tener hijos y seguir trabajando por muchos años más. Distinto es en pasarela: las chicas que más trabajan tienen entre 16 y 23 años, después, si se han cuidado, pueden seguir en otras áreas _y alcanzar una carrera brutal. Fundamental es contar con un buen agente.
¿Qué diferencia hay entre las modelos editoriales y las comerciales?
La modelo editorial tiene buena piel, mide al menos 1,75, pero no es la típica nena linda, no tiene porqué tener los rasgos de la belleza clásica. Un buen ejemplo en Chile es Bianca Hassler. La comercial puede ser más bajita, aunque no puede medir menos de 1,68, y tiene facciones que a todos les gustan, como Ángela Prieto y Josefina Montané. Hay pocas chicas que hacen las dos cosas.
Hoy , ¿cuál es el prototipo ideal de modelo?
En Chile, la belleza convencional, la chica sana con linda sonrisa. Internacionalmente no existe un prototipo, pero las agencias de Nueva York mueren por las latinas como Joan Smalls, las chicas de dientes separados y bellezas como Saskia de Brauw, que volvió al modelaje con veintitantos y pelo corto. Otros nombres importantes son Cara Delevingne, la niñita rockera-posh; Kate Upton y sus curvas; Karlie Kloss, elegantísima; Arizona Muse con su look Shalom Harlow, y Freja Beha.
Además de lo físico, ¿qué debe tener una modelo para destacar?
Yo he visto chicas preciosas, con las medidas ideales, pero que no funcionan. Hay chicas que no tienen una belleza obvia, pero que tienen unas ganas feroces y triunfan. _Pero lo que más influye es la educación. Cuando los papás vienen a la agencia les digo: "70% del trabajo lo hicieron ustedes y yo no puedo cambiar eso".
NIÑAS SEGURAS Y FUERTES
¿Deben tener un rasgo de personalidad especial?
Tienen que ser seguras y fuertes. Una vez vino a Chile una modelo brasileña divina, metro ochenta, rubia, de ojos azules. Estábamos haciendo las fotos y de un minuto a otro se puso a llorar desconsoladamente. El cliente estaba allí y no entendía nada. Hablé con él, que durante mucho tiempo estuvo pidiendo trabajar con ella, y le conté lo que pasaba: esta chica, a la que le estaba pagando una fortuna, venía de un pueblucho del Amazonas, y pertenecía a una familia de ocho hermanos. Todos los 21 de cada mes los hermanos empezaban a llamarla o a llamar a su agencia madre para pedir dinero. Ella era la que mantenía a su familia, pero hacía 3 años que no los veía y ellos no la querían de vuelta, solo querían su plata. Independiente de eso, o de cualquier otro problema personal, este trabajo consiste en entrar al estudio, hacer unas fotos maravillosas y vender lo que tienes puesto. Para eso se necesita una seguridad y una fortaleza tremendas.
¿A qué riesgos se expone una modelo?
A la violencia contra la belleza. Desde muy jovencitas las modelos tienen que superar el deseo y la envidia. Cuando ves a una chica rubia de ojos azules te imaginas que es una princesa rusa y no que la mamá está vendiendo verduras en la esquina, el caso de Natalia Vodianova.
¿Cuál es tu criterio respecto de las menores de edad?
Soy de la política que cuando las chicas son menores de edad tienen que empezar a hacer editoriales y desfiles chiquititos, no hay que presionarlas. No me parece que viajen. Solo en contadas ocasiones, y a algunas extranjeras menores que están residiendo en Chile y tienen un nivel de madurez, les he dado la oportunidad para que se vayan a mercados fáciles como Argentina para que adquieran experiencia. Pero nunca he mandado a una chilena menor de edad para afuera. La razón es simple: he visto en castings, aquí en Chile y en otros lados, a chicas que sufren una infelicidad brutal, que lo pasan realmente mal. Imagínate lo que es para una nena de 14 años ser rechazada en un día de diez castings distintos. Pero en Brasil o algunos países de Europa del Este, las chicas son de familias muy humildes y sus padres ven en ellas una posibilidad para salir de la pobreza. Las agencias se convierten en sus tutores y ellas se convierten en personas a prueba de balas.
En Chile, ¿cómo es el contrato con menores?
Los papás son los tutores que les dan la autorización para trabajar. El contrato es con el nombre de la chica, pero el padre o la madre firma.
En las semanas de la moda de São Paulo, Nueva York, Milán, París y Londres la exigencia para una modelo de pasarela es tener cadera 86-88, es decir, talla 34-36. Las excepciones dependen del objetivo de cada diseñador.
¿Qué opinas de esas tallas que se exigen?
Me parece una bestialidad que en São Paulo, por ejemplo, tengan modelos de cadera 86 con un metro 80 de estatura. Hacer adelgazar a ese extremo a una chica para que se meta dentro de un vestido es una irresponsabilidad. No puedes exigirle a una chica que solo coma lechuga. Al contrario: como agencia debes cuidarla, mantenerla saludable, para que se vea bien y se sienta bien.
¿Qué pasa en Chile con las tallas?
Cada vez el mercado está más cuidadoso con este tema y jamás en todos estos años que llevo trabajando en Chile alguien me ha dicho que porque una chica tiene talla 38 está gorda. Menos mal.
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