Nuestras lectoras preguntan: Parece que me gusta mi ex marido

El amor, como la vida, tiene muchas vueltas. Y lo que quizás parecía el final, tal vez era solo una larga pausa. ¿Qué ocurre cuando la persona con la que compartiste tu pasado empieza a asomarse como la posibilidad de un nuevo presente? Sobre el reencuentro, la sorpresa y las posibilidades se centra la pregunta de nuestra lectora.




LA PREGUNTA:

“Estoy separada de mi ex marido hace 13 años y siempre nos hemos llevado muy bien, compartimos mucho porque tenemos una hija en común. Los dos hemos tenido parejas durante este tiempo. Recientemente me di cuenta que lo estoy mirando con otros ojos y noto de parte de él cierta coquetería también. No sé bien cómo enfrentar esto, aún no ha pasado nada entre nosotros, pero creo que podría ocurrir en cualquier momento. Me pregunto cómo plantear(nos) una posible reconexión después de tantos años”.

Virginia, 50 años

LA RESPUESTA:

Después de tantos años, reencontrarse con alguien a quien se amó implica reconocer ciertos aspectos de esa persona y a la vez, descubrir a una distinta. “En 13 años, evidentemente no son los mismos que eran antes ni quienes se enamoraron en un principio, pero puede que siga existiendo una esencia que los siga uniendo. Sin embargo, se han mantenido unidos a través de los años por una hija en común y también por ese pasado que comparten. En ese sentido, es muy interesante acercarse desde el reconocimiento, pues si bien no parten desde cero, son personas que se han reconstruido en estos años de separación, con sus nuevas experiencias, otras parejas y todo lo vivido”, reflexiona la psicóloga, terapeuta sexual y de pareja Florencia Grebe (@sobresexo.cl).

La aventura de re-conocer y re-conectar

Plantearse la posibilidad de un reencuentro podría asemejarse a mirar con ‘ojos nuevos’, viendo detalles que antes pasaron desapercibidos. Mantener curiosidad respecto a qué es posible hallar al observar más detenidamente al otro puede ser el punto de partida. “Le diría a esta mujer que primero vaya a reconocer a esta persona y vea qué encuentra. Descubrir qué significa esto de ‘mirarlo con otros ojos’ porque también revela que ella ha cambiado, que experimentó una evolución que le permite ver cosas que quizás antes no veía y que hoy sí le parecen atractivas. Una manera de replantear esa posible reconexión después de tantos años es primero, enfrentarlo, hablarlo con él. Algo bueno de haber tenido una relación previa es que seguramente hay una base de confianza y eso permite establecer esa conversación más fácilmente, entendiendo que puede ser solo una conversación y no necesariamente llevarlos a iniciar una nueva relación, sino que ir de a poco, reconstruyendo, si así lo desean ambos. Para eso, tienen que abrir ese espacio de conversación”, recomienda Florencia.

Cuando existe tensión sexual, hay un deseo de contacto físico y puede parecer inminente. “Más que pensar en lo físico, pensaría en el interés de conocer al otro y que ese otro me conozca a mí. Lo físico es algo que también puede haber cambiado respecto a cómo se relaciona sexualmente con otro. No creo que sea necesario ese acercamiento como parte de una ‘prueba’ para ver si esto es real o no. Es importante reconocer al otro, ver cómo ha sido su vida en estos años, cuáles son sus intereses, qué cosas siguen igual en él, qué cosas son distintas. A estas parejas que se reencuentran después de un buen tramo de vida separados les recomendaría jugar un poco a que ‘no nos conocemos’. Esto permite mantener la curiosidad y el interés de entender al otro en esta etapa de la vida en la que está y de la que no has sido una parte activa hasta ahora. De la mano con esto, los invitaría a reconectar con las partes buenas de la relación pasada. Quizás hay algo que los unía y que sigue estando ahí, desde cosas que hacían juntos, o el sexo. Hacer un recorrido y mirar la historia, ver qué cosas podríamos traer el presente de esas cosas que nos hacían bien y que de alguna manera quizás también podemos extrañar. Puede ser un ejercicio interesante que les puede permitir volver a unir emocionalmente desde esta nueva mirada que tiene cada uno”, aconseja la terapeuta.

Cuidar la privacidad

Cuando hay hijos de por medio, es recomendable mantenerlos al margen mientras dura este proceso y así cuidar el rol de padres. “Por lo que ella cuenta, da la sensación de que son una pareja que se lleva bien en la comunicación, pero hasta que no descifren qué es lo que realmente quieren, lo más sano es mantener a su hija al margen. Un espacio de terapia de parejas, aunque no sean pareja, puede ayudarles a recomponerse y reconocerse tomando en cuenta la historia y el lugar distinto en el que cada uno está en la vida. Estos espacios son buenos para retomar aspectos del pasado que no quedaron tan resueltos y de esa manera comenzar desde una nueva buena base. Al sanar algunas cosas pueden partir de una base 2.0 apelando a la confianza que pueden tener. No son completamente extraños, hay algo que sí saben, conocen su historia y trataría de mirarla con cariño y cuidado, pensando cómo queremos retomarla y construir una nueva”, concluye la psicóloga.

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