Nuestras lectoras preguntan: ¿Sexo oral protegido?

Las inquietudes que surgen en torno a la sexualidad suelen ser infinitas; sin embargo, muchas veces son omitidas por miedo a que se trate de una excepción. En Paula quisimos conversar sobre estos temas abiertamente y darles un espacio a ustedes, nuestras lectoras, para que puedan plantear sus dudas y los expertos ayuden a resolverlas.




LA PREGUNTA

Hace un tiempo, en una conversación con amigas, surgió el tema de la barrera bucal para tener sexo oral. Debo reconocer que nunca antes había escuchado de este tipo de protección, así que me quedé callada y solo escuché, pero la verdad es que me quedé muy preocupada. Yo siempre me he protegido en el sexo, pero confieso que cuando se trata de sexo oral, no siempre lo he hecho. Me gustaría saber los peligros de esto y cuáles son las opciones y métodos que existen para cuidarse.

Romina, 24 años.

LA RESPUESTA

El sexo oral es una práctica muy extendida en el sexo, aunque no sea algo que se suela reconocer abiertamente. Como toda práctica sexual, también tiene sus riesgos, por lo tanto el uso de un preservativo adecuado para ella será necesario para prevenir contagios de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). Esto es muy relevante, ya que este tipo de infecciones han tendido a aumentar en forma significativa en los últimos años, sobre todo en adolescentes y población menor de 25 años. Así lo demuestra un gráfico del Minsal en el que se registran los ingresos a programas ITS en el sistema público. Considerando todas las ITS, en 2012 la cifra alcanzaba 9.422 casos al año y en 2016 subió a 19.989.

Hay varios factores que tienen que ver con este aumento. “Uno es que la gente joven le teme más a los embarazos que a las infecciones de transmisión sexual. Esa es una razón, pero por otro lado –y tiene que ver un poco con lo mismo– la educación sexual en Chile está completamente al debe, porque la vemos como un control de daños y la verdad es que debiese ser algo mucho más integral. Empezar con niños muy pequeños en relación al conocimiento de su propia anatomía e ir enseñando el autocuidado que ahora con el coronavirus es un concepto del que se habla mucho y que tiene que ver con cuidarse para estar bien independiente del peligro que quieres prevenir”, explica la doctora Andrea von Hoveling Schindler, ginecóloga y delegada para Chile de la Red Iberoamericana de Salud Sexual y Reproductiva.

Andrea explica que si bien el miedo no le gusta a nadie, es una herramienta que nos lleva a cuidarnos. “Si perdemos el miedo, perdemos también la oportunidad de mantenernos sanos. Y eso es lo que ha pasado con las nuevas generaciones que perciben las ITS como enfermedades tratables y por tanto tienen prácticas sexuales, especialmente el sexo oral, sin protección”, agrega.

El gran problema es que si bien en el sexo oral el riesgo de contraer ITS es más bajo, existe. “Al haber contacto de mucosa oral y mucosa genital hay riesgo de contraer ITS, no hay ninguna que no se transmita por sexo oral”, explica Andrea. En aquellas que se transmiten por contacto, que son las verrugas y los herpes, como el contagio es a través del roce, el riesgo es igual si es por la mucosa oral o genital. Y si se trata de enfermedades que se contagian por fluidos, aquí entra el VIH, Sífilis y Gonorrea, donde el riesgo en el sexo oral es menor, pero igual existe. “Por tanto el concepto que debemos transmitir es que cualquier contacto con los genitales tiene que ser protegido”, aclara la doctora.

Esto tanto en relaciones homosexuales como heterosexuales. “No hablamos tanto de homosexualidad o heterosexualidad porque esos conceptos hacen referencia a la inclinación romántico erótica de las personas. Por eso, lo que hacemos es describir la práctica sexual: se habla de coito anal o vaginal, sexo oral hacia genitales masculinos o femeninos, y de contacto entre genitales femeninos”, explica Andrea. Entonces el sexo oral cuando es a genitales masculinos tiene que ser con un preservativo peniano, que es el condón masculino tradicional; y cuando es a genitales femeninos, se usan diques dentales que son láminas de látex.

Para evitar el contagio se debe usar en todo momento. “Como en algún tiempo se enfatizó que el VIH se transmite por fluidos, incluso en caso de coito las personas usaban el condón sólo en el momento de la eyaculación, pero había un rato de contacto genital sin condón y eso es peligroso tanto por el embarazo, como por las infecciones. Por tanto cualquier contacto con los genitales, independiente de cuánto dure, debe ser protegido”, explica la experta. Y aclara que esto no tiene por qué repercutir en el placer. “Han habido muchos avances tecnológicos que no solo han hecho que este tipo de métodos de barrera –como se les conoce a los que se usan en el sexo oral– sean más cómodos, sino que también desde el marketing y en el aspecto físico de los objetos son más lúdicos y eróticos. Por ejemplo, los diques dentales no vienen lubricados y no tienen eso aceitoso de los condones, muchos vienen en colores o saborizados para que la experiencia sea agradable y ojalá para poder incorporarlos como un deber, pero también como un elemento que aporta al encuentro sexual”, dice Andrea.

Y concluye: “Y lo que es más importante es que el sexo seguro, al tenernos tranquilos, también permite el placer. Cuando no te sientes seguro, difícilmente puedes sentir placer, independiente de la barrera, por eso la seguridad es parte de la vivencia placentera y tranquila del sexo. El sexo seguro es el mejor sexo, porque nos permite disfrutar”.

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