Piso pélvico y sexualidad: “Hay una invisibilización del bienestar femenino”

Piso pélvico y sexualidad: “Hay una invisibilización del bienestar femenino”

Los ejercicios de esta musculatura, que pueden mejorar la calidad de vida de las mujeres, ya están instalados en la conversación. Sin embargo, aún hay desconocimiento en cuanto a los beneficios que brindan a la sexualidad, como mejor lubricación y mayor control del orgasmo. Andrea García, cofundadora del centro Casa Mujer, asegura que el trabajo del piso pélvico también es una forma de promover el autoconocimiento sexual.




Cuando se habla de ejercicios de piso pélvico, quizá la mayoría piensa en aquellos que se usan durante y post embarazo para controlar la incontinencia urinaria, por ejemplo. Pero el fortalecimiento de esta parte del cuerpo está directamente ligado con la sexualidad. La kinesióloga Andrea García explica que el piso o suelo pélvico “es un conjunto de tejidos, tanto conectivo, blando, muscular, fascia, aponeurosis, ligamentos, que envuelven a la pelvis y que sostienen a los órganos pélvicos, en el caso femenino, a la vejiga, el útero y el recto”.

La profesional, cofundadora del centro Casa Mujer, asegura que las funciones del piso pélvico son amplias. “Abraza y sostiene las vísceras pélvicas y participa en su correcto funcionamiento, manteniendo una correcta postura, porque trabaja en conjunto con la zona lumbar y el diafragma; participa en el patrón respiratorio y, como está asociado a los órganos pélvicos, tiene una función de continencia urinaria y fecal. También participa en la sexualidad y es la vía de parto”.

Si bien es un tema del que se habla cada vez con más frecuencia y del que varias profesionales informan por redes sociales, aún es desconocido para el común de la población. “Es un área que en kinesiología aún es relativamente desconocida, así que lo es aún más para gente que no trabaja en salud. Está muy invisibilizado el bienestar femenino, que —en cuanto a piso pélvico—no es solo tener un buen embarazo. No es solo para mujeres jóvenes. Esta invisibilización hace que no todas tengamos acceso a disfrutar de nuestro día a día en plenitud y, por lo tanto, que la mujer de repente esté un poco más privada de ese beneficio. No todos los ginecólogos derivan a kine de forma preventiva, cuando es algo que está muy estudiado”, explica Andrea, quien es especialista en piso pélvico.

La vida sexual puede verse beneficiada con el trabajo de piso pélvico, ya sea de forma preventiva o no, ya que se puede lograr una mejor lubricación y mayor control de orgasmos, por ejemplo. Trabajar esta zona que envuelve el clítoris, y por lo tanto tiene estricta relación con las sensaciones de placer, también es una forma de autoconocimiento. “El trabajo del periné hace que te conozcas o te atrevas a prácticas sexuales que eventualmente uno podría pensar que son muy osadas o que en realidad no creemos que podemos hacer. Pero esto poco a poco hace que la mentalidad se vaya abriendo y que la mujer se vaya acercando a lo que realmente le gusta”, afirma García.

¿Cómo detectar un problema?

A la consulta de Andrea García también llegan pacientes que acuden por problemas o disfunciones a la hora de tener relaciones sexuales; situaciones que es posible prevenir con un trabajo muscular: “Cuando yo tengo un músculo que no funciona adecuadamente, que no está activo, que el cerebro no reconoce o que yo no sé cómo trabajarlo, éste puede tener ciertas dificultades como falta de lubricación o mayor riesgo de sufrir infecciones o pérdidas urinarias durante el coito. Por otro lado, pasa en muchas pacientes que cuentan con un músculo hipertrabajado, pero por tensiones ligadas más bien a la ansiedad y la angustia, y por tanto tienen una musculatura rígida, poco móvil y poco funcional que termina siendo una disfunción”.

Tanto en la hiperactividad como la hipoactividad es necesaria la prevención. Los cambios hormonales y las variaciones de peso afectan a la musculatura perineal y, por lo tanto, conllevan un riesgo alto a que se sufra alguna disfunción o alteración. “El problema es que uno no lo evidencia, porque se normaliza. Pasa mucho en la consulta que las pacientes dicen que siempre han experimentado dolor al tener relaciones sexuales y que al preguntarles a sus médicos les han dicho que es normal, y ahí hay un error. Eso podría mejorar explicándoles a las mujeres cuando inician sus relaciones sexuales qué es lo normal y qué no; qué se puede hacer para prevenir el dolor y cómo se activa la musculatura perineal”, sostiene García.

¿Crees hay un avance en cuanto la información del piso pélvico en la salud?

Me parece que sí se está haciendo un trabajo importante y educativo para la comunidad cis femenina y trans femenina. Es necesario que esta información llegue a todas y que, en lo posible, el acceso también sea para todas. Creo que es necesario que los profesionales entreguemos las opciones. Decir “Mira, existe esta herramienta, tú decides si la ocupas o no”, es súper distinto a negártela o no contártela. Entiendo que, cuando hablamos de piso pélvico y de sexualidad, no es algo de vida o muerte y que por lo tanto a alguien no le puede interesar como también le puede interesar. Pero lo importante es entregar la posibilidad.

Ejercitar en casa

Hay varias maneras para entrenar el piso pélvico, entre ellas los conocidos ejercicios de Kegel, de los que se pueden encontrar indicaciones e información en distintas plataformas. Hacer ejercicios para el piso pélvico a diario, pero sin que sean como repeticiones de una rutina de ejercicios, sino de una forma en la que se incorporen a la vida cotidiana. Pero estos ejercicios también pueden ser acompañados de unos equipos, bajo supervisión de un profesional.

La kinesióloga Andrea García explica que en Casa Mujer trabaja con biofeedback, “un equipo que busca hacer visible la musculatura que es invisible. Lo que hace el biofeedback es dar una señal visual y auditiva de cómo está la musculatura perineal. El movimiento que hace la paciente se trabaja con un electrodo que va dentro de la cavidad vaginal o, en algunos casos, anal. Y en una etapa más posterior también usamos los pesos vaginales o ‘bolitas chinas’, cuando ya la paciente sabe realmente cómo es el ejercicio y los tiempos adecuados para cada una de las posiciones. Empezamos a trabajar con sobrecarga para favorecer el aumento de fuerza y potenciar los músculos. Se puede hacer entrenamiento de periné sin estos implementos. Al final, después de las consultas las tareas quedan para la casa, porque cuando uno busca ejercicios de Kegel o contracciones de Kegel, nos damos cuenta de que todas podemos hacerlo, solo que no estamos familiarizadas con el movimiento perineal”.

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