Política

El duro cruce de los timoneles

Expresidente de RN Carlos Larraín criticó la postura adoptada por el actual líder del partido ante la opción de una nueva Constitución y dijo que "no está representando la mentalidad de la derecha". Desbordes le respondió: "No sé si don Carlos se nos cambió a Libertad y Desarrollo, pero no estoy haciendo nada distinto a lo que había hecho él".

Larrain-Desbordes-WEB

"Ha habido en Renovación Nacional una sana práctica de que los presidentes salientes no critican a los presidentes que vienen después. Eso es bien saludable". Esa fue la primera reacción que tuvo hoy el timonel de RN, Mario Desbordes, luego que uno de sus antecesores a cargo del partido, el exsenador Carlos Larraín, expresara duras críticas a la gestión que lidera el diputado.

En el programa Stock disponible, de Vía X, Larraín sostuvo: "Yo no entiendo cómo un presidente de un partido de derecha está de acuerdo con el Frente Amplio y el inenarrable Partido Comunista en esto de echar abajo la Constitución". Y añadió: "Yo no entiendo a un partido de derecha que diga que sí a echar abajo la Constitución en este trajín (…). En ese punto, Mario no está representando la mentalidad de la derecha, lo digo enfáticamente".

Aunque no quiso ahondar en las declaraciones de Larraín, Desbordes respondió a los cuestionamientos y dijo a La Tercera que "yo represento a Renovación, que es lo más importante". Y sentenció: "Yo no sé si don Carlos ahora se nos cambió a Libertad y Desarrollo, pero no estoy haciendo nada distinto a lo que había hecho él. Cuando él planteó la reforma constitucional, cuando él planteó terminar con el binominal, dijeron exactamente lo mismo que él está diciéndome a mí hoy día. Lo lamento muchísimo".

Relación quebrada

La relación de Larraín con la directiva de RN se inició en 2003, cuando el entonces concejal por Las Condes asumió como vicepresidente de finanzas del partido. En 2006, en tanto, asumió la presidencia de la colectividad, cargo en el que estuvo por ocho años, hasta 2014. Después de eso, se mantuvo ininterrumpidamente como vicepresidente, primero bajo la conducción de Cristián Monckeberg y después con Desbordes.

A Desbordes, de hecho, fue Larraín y la exsecretaria general Lily Pérez quienes lo convidaron a trabajar al partido en 2008.

Así, durante casi ocho años el diputado y el exsenador mantuvieron una relación estrecha y de confianza mutua. Pero, además del duro cruce que protagonizan ahora tras la arremetida de Larraín, el primer quiebre entre ambos vino en 2014, año en que el partido vivía una crisis interna, varios parlamentarios habían abandonado su militancia -incluso, algunos de ellos formaron una nueva colectividad: Amplitud- y muchos de ellos lanzaban duras críticas a la gestión de Larraín.

En ese contexto, Monckeberg y Desbordes acordaron una mesa de unidad, lo que molestó al timonel saliente, que quería ver a su exmano derecha compitiendo -y ganándole- la presidencia al actual ministro de Vivienda.

El quiebre definitivo se dio con la salida de Larraín de la directiva tras 15 años en la mesa. A fines de 2018, cuando Desbordes inscribió su lista por un nuevo período al mando de RN, Larraín no formó parte de la nómina.

En ese contexto, en RN dicen que hace meses que no se hablan, "a menos que sea estrictamente necesario".

Libertad de acción

Desbordes fue uno de los protagonistas del acuerdo constitucional del 15 de noviembre y ha expresado en reiteradas oportunidades que apoyará la opción del "apruebo" en el plebiscito de abril, contrastando con lo expresado por Larraín, quien se opone a una nueva Carta Magna y ha estado detrás de diversas acciones que diputados de ese partido han ejercido para impulsar el "rechazo".

Sobre ello, el extimonel había señalado que "Desbordes tiene apoyo de parte de la directiva, pero de ahí para abajo la cosa cambia. O sea, 80% por el rechazo y 20% por el Sí (a la nueva Constitución)".

De acuerdo a fuentes del partido, Larraín es una de las figuras que lideran la idea de que RN realice -en el consejo general de este sábado- algo similar a lo que hizo la UDI. Esto es, adoptar una postura institucional que recoja la opción mayoritaria -esta noche, por ejemplo, en el consejo de la Región Metropolitana se impuso el 'No' con 59% frente a un 41% del 'Sí' - y dejar establecida la libertad de acción para los militantes que tengan una opción distinta.

Sin embargo, diputados y senadores -que están por el 'Sí' y por el 'No'- empujan que no haya una definición de esas características, sino que el partido declare la libertad de acción como postura institucional.

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