Lo estás haciendo mal: consejos para usar correctamente la aspiradora

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Tan común como encontrar este electrodoméstico en una casa son los errores que se cometen en su uso. El costo es de un mayor gasto energético y el deterioro de su vida útil. Especialistas nos dicen qué estamos haciendo mal y cómo corregirlo.




Hubert Cecil Booth. El nombre, por sí solo, no tiene mucha resonancia, pero bien podría haber un altar en cada hogar consagrado a su gracia. No era precisamente un santo, más bien un ingeniero británico, y aunque no hizo milagros, su invento de 1901 fue claramente una bendición: la aspiradora eléctrica.

Por lo que se sabe, el aparato de Booth era una enorme máquina, proveída de un motor eléctrico terriblemente ruidoso —tanto que el ingeniero fue multado en varias ocasiones— que le permitía aspirar el polvo. Uno de los primeros lugares donde se demostró su valía fue nada menos que en la Abadía de Westminster, donde se utilizó para limpiar los tapetes durante los preparativos de la coronación del rey Eduardo VII. Sólo Dios y esa aspiradora supieron cuánta inmundicia se escondía bajo esas alfombras.

Más de un siglo ha pasado desde entonces. Y de la enorme máquina de Hubert pasamos a pequeños dispositivos robotizados a los que se les da apodos, como si se tratara de otra mascota más en el hogar. Pero estas últimas recién comienzan a penetrar el mercado. Mucho más masivas que la aspiradora robot, al menos por ahora, siguen siendo las denominada aspiradoras trineo: aquellas que cuenta con un cuerpo, en el que está su depósito y motor, del cual sale un tubo flexible y una cabeza o boquilla. A este tipo de aspiradoras dedicamos este artículo.

A pesar de ser un electrodoméstico con tanta historia y de uso tan extendido, aún existe un importante nivel de desconocimiento sobre sus utilidades. Así lo piensa Marcos Núñez, local category Manager de Electrolux: “En mi opinión, muchas personas no utilizan su aspiradora en todo su potencial. Por ejemplo, se puede usar para limpiar alfombras, tapicería, cortinas, techos, y otros objetos en el hogar”.

Por su parte, Ximena Loyola, product manager HA de Midea Carrier Chile, estima que en el país se pueden encontrar dos tipos de consumidores-usuarios: “Existen personas que le dan un uso bien básico, y están quienes son expertos y le sacan el máximo provecho al producto”.

Dentro del segundo grupo están aquellos que invierten en una aspiradora cara y que, por lo mismo, “se preocupan de saber cómo funciona correctamente”, de mantenerla limpia y de dejarla “correctamente guardada y ocupar todos sus accesorios”.

En el primer grupo, en tanto, están quienes optan por una aspiradora “más económica y básica”, con menos prestaciones, y que generalmente la utilizan sólo una o dos veces por semana. “No se preocupan de retirar el polvo de los contenedores o de vaciar las bolsas y cambiarlas en el momento correcto”, detalla la product manager de Midea.

Probablemente, en este segundo grupo se halla la mayoría de la gente, como también los errores más comunes que se cometen al usarla. Uno de ellos es el mencionado por Loyola acerca de la limpieza y mantenimiento del electrodoméstico. A éste, el product manager de aspiradoras en Samsung Chile, Luis Momberg, añade otra mala práctica que se da con frecuencia: “La más común es tapar el ducto y que este termine sobrecalentando el motor, el que finalmente terminará echándose a perder”, dice.

De acuerdo a Momberg, son este tipo de errores lo que hacen que un producto que “tiende a durar entre 2 a 5 años”, reduzca su vida útil a solo 6 o 12 meses.

Error 1: Elegir desinformadamente

Los problemas en el uso de la aspiradora vienen, por así decirlo, en el nacimiento: cuando llega el momento de elegirla, en vez de ser informada y a conciencia. la gente suele hacerlo “a lo loco”.

¿Qué se debería considerar al momento de comprar una aspiradora trineo? Un aspecto primordial es el espacio en el que se va a utilizar. Para una casa grande, dice Ximena Loyola, una aspiradora con poca capacidad y con un motor chico “no es la mejor solución, porque la limpieza tendrá que ser más seguida y el motor puede tender a fallar”.

El tipo de suelo sobre el que se utilizará la aspiradora es otro factor relevante. “Algunos modelos de aspiradoras son mejores para pisos duros mientras que otros son más efectivos en alfombras. Algunas aspiradoras también incluyen ajustes de altura para adaptarse a diferentes tipos de suelo”, comenta Marco Núñez.

Según las necesidades que se tengan, variará también la potencia de su motor, que se mide en vatios (W). Un motor con más vatios, de acuerdo a Núñez, la hace generalmente más efectiva en su tarea, aunque también implica un gasto energético más alto.

Algo más rebuscado, quizá, pero tanto o más importante que los otros aspectos, es fijarse en el nivel de decibelios que emite la aspiradora durante su funcionamiento. Probablemente nada se compare al nivel de ruido que producía la aspiradora de Hubert Cecil Booth, pero de que pueden ser desagradables, claro que sí.

Error 2: No vaciar la bolsa o contenedor a tiempo

Hay otro detalle que debería considerarse al momento de elegir una aspiradora trineo: si está incluye una bolsa para el depósito de la suciedad succionada o un contenedor plástico. “Las aspiradoras con contenedor plástico son más higiénicas y fáciles de limpiar”, dice Núñez. Luis Nomberg complementa que éste es el tipo de aspiradora que debería preferir una persona con algún tipo de alergia.

Ocurre que las bolsas son más complicadas al momento de limpiarlas, ya que al hacerlo, se levanta mucho del polvo que está en su interior, que no sólo amenaza con ensuciar la ropa, sino que con ser respirado.

De todas maneras, ambos tipos de depósito deben ser limpiados con frecuencia. Y ahí es donde radica uno de los errores más frecuentes que se cometen durante el uso de las aspiradoras. “No limpiar en forma periódica la bolsa o el contenedor de polvo, ya que esto hace que el motor se exija, consumiendo más energía, haciendo menos eficiente el aspirado, pudiendo incluso hasta quemarse”, asegura Ximena Loyola.

Marco Núñez dice que, para mantener la eficacia de las aspiradoras y no dañar su vida útil, las aspiradoras con contenedor plástico deben limpiarse después de cada uso. Esto, debido a que tienen menos espacio para la circulación de aire, su ventilación es menor, “lo que puede provocar un rápido calentamiento del motor”.

Las aspiradoras con bolsas, por su parte, deben vaciarse cuando éstas se encuentren llenas al 70 u 80% de su capacidad, para evitar que el polvo comience a filtrarse hacia el motor y lo termine por dañar.

Error 3: No limpiar o cambiar los filtros

Ximena Loyola explica que la mayoría de las aspiradoras incluyen dos filtros: “Uno de entrada y, otro, de salida”. El primero se encarga de impedir que las partículas de polvo ingresen al motor y lo quemen, mientras que el segundo intercepta a las partículas residuales para que no sean expelidas al aire.

Al igual que las bolsas y depósitos plásticos, de forma regular los filtros se deben limpiar o cambiar —cuando son desechables—, según indique el fabricante. Pero esto es algo que no se suele hacer en casa, lo que tiende a generar malos olores, contaminar el aire que se respira, además de bajar la eficiencia de su trabajo.

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¿Cada cuánto tiempo se deben lavar y cambiar los filtros? En general, dicen, los entrevistados, se recomienda revisar y limpiar o cambiar los filtros de la aspiradora cada 1 o 2 meses, como máximo. Esto puede variar cuando el uso de la aspiradora es muy frecuente y en lugares particularmente polvorientos. Consejo: para lavarlos, basta hacerlo con agua y a mano, y no en la lavadora.

Algunos modelos actuales de aspiradoras incluyen filtros HEPA, una alternativa idónea para quienes combaten las alergias, ya que estos retienen hasta un 99,95% de las partículas de polvo y ácaros. En estos casos, dice Momberg, “se recomienda cambiarlos cada 6 meses o incluso menos, si el uso es muy seguido”.

Error 4: Aspirar todo lo que haya al paso

La aspiradora es una solución que facilita la limpieza del hogar, mucho más efectiva que, por ejemplo, el viejo método de la escoba y la pala. Pero una cosa es eso y la otra es pretender aspirar todo lo que haya al paso, sin importar lo que sea.

“Usar la aspiradora en superficies para las que no está diseñada puede causar daños al dispositivo, especialmente si se usan las herramientas incorrectas”, dice Marcos Núñez. Un error clásico es utilizarla en pisos mojados o húmedos. Y el riesgo es que se puede quemar el motor.

Ximena Loyola explica que, si bien hay modelos que incluyen la función “wet & dry” (lavado y secado), “cualquier material cortante, como trozos de vidrio o metal, pueden romper las bolsas, y al momento de limpiarlas puede ser peligroso para el usuario. Lo mismo pasa con clavos o cualquier elemento con punta: eso hay que recorgerlo o barrerlo previamente, ya que que pueden quedar atascados sin posibilidad de salir posteriormente”.

Lo mismo ocurre con papeles o envoltorios, juguetes o papeles: ellos pueden quedar fácilmente atrapados entre los ductos de la aspiradora, lo que no solo impide que ella haga su trabajo sino que además pueden dañarla irreversiblemente. Sin contar lo difícil que después se hace sacarlos.

Error 5: usar mal el cepillo

El cabezal es uno de los accesorios principales de las aspiradoras trineo. Al tener ruedas y un brazo largo, permite el deslizamiento para aspirar mayores dimensiones y con menor esfuerzo. Sin embargo, por más simple que resulte la mecánica, hay un detalle que suele generar confusiones y es que este cabezal tiene dos funciones: utilizarlo con o sin cepillo, lo que se puede configurar presionando la perilla que está sobre su lomo.

La pregunta es: ¿para qué diantres es una y otra función? Y las respuestas pueden diferir. Por un lado, aseguran que la función de cepillado se utiliza para superficies duras y resistentes, como los suelos de madera, de baldosas y de cerámica, especialmente si éstas tienen grietas o relieves.

El cepillo, en ese sentido, permite remover el polvo y la suciedad adherida a la superficie, para luego ser aspirada. Sin embargo, ciertos cepillos pueden ser muy duros para pisos más “sensibles”, como los vitrificados. Para esos casos, se recomienda la función sin cepillo.

La función sin cepillo se utiliza para superficies blandas, como alfombras y moquetas. Esto, porque el cepillo puede dañar las fibras de éstas y acelerar su desgaste. “Por lo tanto, la función sin cepillo se utiliza para una limpieza suave y efectiva en este tipo de superficies”, resume Marcos Núñez.

Error 6: no saber para qué sirven los accesorios

Además del cabezal, las aspiradoras suelen incluir otros accesorios montables que, muchas veces, pasan desapercibidos, quedan en el olvido al fondo de la bodega o se utilizan de manera incorrecta. Acá te explicamos qué es y para qué es cada una:

  • Boquilla para grietas o “esquinero”: Esta herramienta tiene una forma alargada y delgada que permite llegar a las áreas estrechas, como las esquinas y las grietas entre los muebles. Es muy útil para la limpieza de bordes, molduras y rincones.
  • Cepillo de tapicería: Tiene cerdas suaves y se utiliza para limpiar superficies de tela, como tapicerías, cojines y alfombras. El cepillo de tapicería es especialmente útil para eliminar la suciedad y el polvo de los muebles tapizados.
  • Herramienta para polvo: Posee una forma plana y es útil para limpiar superficies planas y lisas, como estanterías, mesas y superficies de trabajo.
  • Accesorio para mascotas: Algunas aspiradoras incluyen esta herramienta, diseñada para limpiar el pelo de mascotas en alfombras y tapicería. Tiene cerdas especiales que agarran el pelo y lo levantan de la superficie.
  • Accesorio de extensión: Esta herramienta se utiliza para extender la longitud de la manguera y permitir el acceso a áreas más altas o lejanas, como techos o cortinas.
  • Regulador de succión: No es exactamente un accesorio aparte, sino que está incluido en la boquilla integrada en el tubo flexible. Se trata de una tapa tipo slide que, al deslizarla descubre un agujero, afectando la potencia con la que la aspiradora succiona. Su funcionalidad práctica es aumentar o disminuir la potencia según la superficie a aspirar. Por ejemplo, si se pasará sobre una cortina o algún tipo de tela, se necesitará menos presión para no hacerle daño. Ahí es cuando conviene abrirla.

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